Hoy mientras las espera del adiós final llega, un sinfín de recuerdos, cual avalancha invernal se precipita para hacer justicia de una infancia ya pasada, plena de felicidad, respeto, alegría y mucho sacrificio. Hoy mientras aguardo que tu Cristo moreno te lleve junto a Él, sin el valor de enfrentarme a su santo designio, hoy solo quiero decirte…
Gracias Papá, por ser como fuiste, por darme la educación de mis mayores, ejemplo de abnegación, honradez, de dar cariño sin esperar nada a cambio, gracias papá, ya soló me queda y así me lo pide el corazón, es dedicarte esta pequeña oración.
“Dios mío, Dios de mis mayores, en tu infinita misericordia y en tu inmenso amor, yo pecador te suplico, Haz un hueco en tu bendito corazón al alma de un hijo, esposo, padre y abuelo ejemplar, Bueno, cariñoso y humilde, que se me ha ido casi de puntillas, sin hacer ruido, viendo a su familia unida. Déjalo ya estar con su añorado hijo, cautivo de su esperanza, y si alguna vez fue irreberente o pecó de algo No se lo tengas en cuenta. Su grandeza fue que nada era suyo, todo lo que tenía, todo lo que era, era para
Los suyos, para su esperanza y nada para él. Señor mío tenlo en tu gloria y que descanse en paz.”
Adiós Papá, te llevaré siempre en el corazón.
En memoria de D. José María de Jesús García de la Vega Salguero, mi padre, que falleció el día 31 de diciembre de 2009.