Apesar de las difíciles circunstancias políticas que vivimos y de las penurias económicas de la Hermandad de Valme, la Romería se celebró, un año más, con su tradicional esplendor. A las seis de la mañana anunciaban la salida la banda municipal y la de trompetas del regimiento de Caballería de Sevilla.
La carreta de la Virgen (adornada por el propio Hermano mayor, Tomás Moreno) salió de la iglesia de Santa María Magdalena a las ocho de la mañana y el recorrido de tres horas hasta el Cortijo de Cuarto transcurrió con la alegría habitual y sin incidentes. Ya en la ermita, el panegírico corrió a cargo de Francisco de P. Carrión Mejías, párroco de la iglesia de San Andrés de Sevilla. Tras la misa tomaron protagonismo los bailes y el almuerzo campestre y, sobre las cinco, tras el rezo de la Salve a la Virgen de Valme, la comitiva emprendió el regreso hacia Dos Hermanas, adonde llegó al filo de las ocho de la tarde.
Como cada año, era indispensable acompañar a la Virgen en el viaje de ida y vuelta para optar a los premios de carretas y jinetes. Los premios a las mejores carretas fueron a la exornada por María Díaz Gómez, que se llevó 100 pesetas. 75 pesetas fue el premio para lasegunda carreta, cuyo exorno corrió a cargo de Domi Muñoz. El primer premio de jinetes, de 50 pesetas en metálico, fue para la pareja formada por la señorita Luisa Ramos Hidalgo y el joven Juan Gómez Carballido. El segundo para la formada por María del Carmen Díaz y Gabriel Campos (25 pesetas) y el tercero para los niños Lolita Cerrejón y Emilio Leyva.
Visitantes ilustres
Entre los visitantes de este año destaca la de un grupo de congresistas que se encontraban en Sevilla celebrando el Congreso Internacional Americanista y que, invitados por nuestro alcalde, José María Gómez Claro, disfrutaron de la belleza del desfile. También acudió Manuel Asensi y Maestre, gobernador civil de la provincia, acompañado de su familia.