Cuando regresaba a Sevilla por la carretera de Dos Hermanas de la fiesta celebrada en el cortijo de Cuarto en honor de los periodistas extranjeros acreditados para la Exposición Iberoamericana, el automóvil ocupado por María Luisa Fernández de Prieto fue alcanzado por otro vehículo que le dio un fuerte topetazo. La señora fue lanzada de su asiento, sufriendo heridas en la región parietal.