Tres carabineros esperaron al sospechoso automóvil en Dos Hermanas, donde emprendió una vertiginosa huida
Por una confidencia recibida en la Comandancia de Carabineros de Sevilla se supo que en la mañana de ayer, 28 de febrero, había de atravesar por Dos Hermanas un automóvil procedente de Gibraltar en el que se transportaba, rumbo a Madrid, un importante cargamento de sacarina para el mercado del contrabando.
Desde las nueve de la mañana, varios carabineros se colocaron cerca de la carretera y en efecto, vieron un automóvil Hudson, matrícula de Cádiz, cuyas señas coincidían con las del coche que se esperaba. A pesar de recibir la orden de alto, el chófer aceleró vertiginosamente y emprendió la huida. Los agentes, en vez de perseguirlos, se dirigieron al fielato del Patrocinio, donde, cerca de las diez de la mañana, apareció el misterioso coche. Los carabineros José Ligero, Alonso Cueto y Manuel Paradas se situaron en medio de la carretera y volvieron a darle el alto al coche fugitivo, que aceleró de nuevo. Fue cuando los agentes hicieron varias descargas, primero hacia las ruedas del coche, para reventar los neumáticos, y después al interior. Uno de los disparos penetró por el cristal de la capota, hiriendo mortalmente a uno de los ocupantes, que cayó desplomado.
Al detenerse el vehículo, se comprobó que el herido tenía la cabeza ensangrentada, con salida de masa encefálica. Fue trasladado a la Casa de Socorro de la calle Pureza, donde murió poco después. Su nombre era Alfredo García, tenía 48 años y era natural de Algeciras. Resultó ileso el chófer, natural de La Línea, que declaró que prestaba el servicio sin saber qué transportaba el coche. En el minucioso registro posterior, se descubrieron 584 saquitos de sacarina dispuestos en huecos secretos en la carrocería.