YO, TAMBIÉN
La sorpresa del pasado Festival de Cine de San Sebastián, que recibió los premios a la mejor actriz y al mejor actor para su pareja protagonista, llega a las pantallas. Rodada casi en su integridad en Sevilla, Yo, también es una cinta que tiene sus ventajas y sus desventajas.
España, 2009. (103’)
Escrita y dirigida: Álvaro Pastor y Antonio Naharro.
Producción: Manolo Gómez Cardeña, Julio Médem, Koldo Zuazua.
Fotografía: Alfonso Postigo.
Música: Guille Milkyway.
Montaje: Nino Martínez Sosa.
Intérpretes: Lola Dueñas (Laura), Pablo Pineda (Daniel), Antonio Naharro (Santi), Isabel García Lorca (María Ángeles), Pedro Álvarez-Ossorio (Bernabé), Consuelo Trujillo (Consuelo), Daniel Parejo (Pedro), Lourdes Naharro (Luisa), Catalina Lladó (Pilar), Susana Monje (Nuria), Joaquín Perles (Pepe), Teresa Arbolí (Rocío), Ramiro Alonso (Quique), Ana de los Riscos (Macarena), María Bravo (Reyes).
Daniel es un chico sevillano de 34 años. Es el primer europeo con síndrome de Down que ha obtenido un título universitario, y ahora comienza su vida laboral en la administración pública. Allí conoce a Laura, una compañera de trabajo procedente de Madrid con la que, inesperadamente inicia una relación de amistad que pronto llama la atención de sus compañeros y de la familia de Daniel. Esta relación se convierte en un problema para Laura cuando Daniel se enamora de ella. Sin embargo, esta mujer solitaria, que rechaza las normas, encontrará en él la amistad y el amor que nunca recibió en su vida.
Los premios obtenidos por los protagonistas demuestran sus buenas interpretaciones, al menos en principio. La actuación de Lola Dueñas deja claro lo que muchos ya sabíamos: que es una actriz como la copa de un pino, con un talento casi sobrenatural, y que da vida y credibilidad a todo lo que toca. El caso de Pablo Pineda es distinto, porque lo que hace es (sin por ello minusvalorar su trabajo) interpretarse a sí mismo, ya que él es, en la vida real, el personaje que interpreta en la película, el primer europeo con síndrome de Down que consigue un título universitario.
Es habitual que en los certámenes o galardones varios (la Academia americana es muy dada a ello con sus Oscar) se premie a los actores que interpretan a disminuidos, o que se afean para su papel (Dustin Hoffman, Charliza Theron, Robert de Niro, Daniel Day Lewis…) En el caso de Pineda lleva a una conclusión: su excelente trabajo en Yo, también, es más que posible que sea su último trabajo.
La cinta transpira realidad por todos sus poros. Sus diálogos son verdaderos, creíbles. Hay numerosos momentos verdaderamente divertidos (el diálogo en la playa, por ejemplo), y es una cinta que llega a conmover.
El problema es que se ve a la legua que intenta conmover, no es algo que logre mostrando verosimilitud en la historia, lo busca descaradamente, y ese es su único (aunque importante) punto en contra.