Hace pocos meses el emblemático edificio de Villa Pepita, ubicado en la antiquísima calle Botica fue derribado, destruido…, a media tarde.
Quedará entonces en nuestra memoria (la mía de 18 años), pero todos sabemos que se podría haber reconstruido. Todos lo sabemos. Había fuertes intereses económicos detrás.
No en cambio en la antigua capilla del Ave María (la Hermandad de Valme siempre estuvo detrás y además los “turistas” que venían y veían tal deterioro se escandalizaban). Pero se reconstruyó. Es curioso que si hubiésemos comparado Villa Pepita y la mencionada capilla saltaba a la vista cual estaba peor.
Yo estuve en la inauguración de la capilla (el 15 de julio de 2008), allí informaron de que “debido a su mal estado de conservación… el Ayuntamiento de Dos Hermanas y la Hermandad de Nuestra Señora de Valme… suscribieron un convenio de colaboración para que pudiera llevarse a cabo la restauración de este histórico edificio… Las obras de restauración, consolidación y reforzamiento de los muros, instalación de una nueva cubierta termoacústica en madera…, Reposición del tejado, adecentamiento del exterior…, Finalmente, colocación de una nueva solería, ventanas e instalación eléctrica”.
Ustedes opinen y comparen, otro escándalo más de la corporación municipal a los nazarenos. Esto que escribo les dará igual, pero a los nazarenos no (eso espero).
Dónde habrán ido los gatos de Villa Pepita, seguro que a esperar a la nueva Villa Pepita que dicen que será igual a su antecesora.
La Torre de los Herberos está ya agonizante mientras ve como el Polígono La Isla crece. ¿Será la Torre la próxima víctima?, ¿Dónde esta ahí la Memoria Histórica? En estos aspectos no interesa pero sí en otros. Qué manera de manipular.