El árbitro fue el cruel protagonista de la derrota ante el Cádiz B
Todo comenzó antes del inicio del partido. En los tiempos en los que estamos, resulta inaudito que el colegiado se dirigiera a los nazarenos para advertirles que “no jugaran duro, porque si no, serían expulsados”. El día del Jerez Industrial, donde los de Sutil vencieron 0-1, el árbitro, al parecer les negó el saludo. Ya en el partido, Llompart Pau cumplió sus amenazas.
En lo propiamente deportivo, el encuentro comenzó con diez minutos de inicio claves, ya que el Dos Hermanas salió dormido y el Cádiz B aprovechó al máximo las opotunidades que se le brindaban. Así vino el 1-0, cuando se cumplía el minuto 5. Juades dobló a dos defensas nazarenos y de gran disparo batió al cancerbero Diego.
No se repuso del golpe el Dos Hermanas hasta el minuto 19, cuando se registró el primer acercamiento con peligro hasta el área gaditana. Lolo dejó un balón muerto a Juan Carlos, que chutó con picardía ante la meta de David, que paró bien el balón. Un minuto después, Coto lanzó una falta que creó incertidumbre en la zaga de los locales.
La respuesta del Cádiz B vino poco después con la aparición de Barreiro, que se encontró con un inspirado Diego.
En una sucesión continua de ocasiones, la respuesta fue nazarena, allá por el minuto 27. Carmona cedió a García que de nuevo se encontró con el portero rival. En el minuto 38 vino la mejor ocasión de los nazarenos. Juan Carlos probó fortuna con intención, pero lo que parecía gol cantado fue repelido por un defensor bajo el marco. Sin duda, el Dos Hermanas mereció el gol antes de irse al descanso.
Más mordiente
José María Sutil dio entrada en la segunda parte a Yepes y a González, con la intención de dotar de más profundidad ofensiva al equipo.
Con su entrada, los nazarenos cogieron el mando del partido y merecieron mejor premio de sus continuas combinaciones.
Ya en el 75 de partido, el Cádiz B sentenció la contienda cuando Barreiro hizo el 2-0. Tras una falta muy rigurosa, los jugadores nazarenos protestaban. Sin barrera, Barreiro sacó la falta rápidamente y sacó tajada.
Aún el colegiado tenía más guardado. No se fue sin expulsar a Juan Carlos por roja directa, a pesar de saltar limpiamente junto a un jugador local.
La pena, el gol clarísimo que tuvo en sus botas Carmona, rayando el minuto 90.
