¿Qué se siente al ver tu casa
teñida en color de llama…?
¿Qué se queda, qué te queda
detrás de una nube extraña
que elevada entre ceniza,
entre el humo color-casa
rompe en llanto sin consuelo
del suelo empapado en agua?
– ¿Se puede pensar en algo…?
– No puede pensarse en nada…
Apenas en un instante
las paredes de la infancia
llena en colores felices
guardando sueños y calmas,
o asiendo proyectos nuevos
haciendo al recuerdo, estancia,
se desmoronan de fuego
y se cimientan de lágrima.
Las cosas, que no son cosas,
-que son objetos del alma-
se evaporan, se destruyen,
se consumen, se achicharran
quemándose a un tiempo el hueco
que dejan cuando se marchan.
Todo humea resumido
en una nube, una mancha,
un trozo de cielo negro
que tiñe, que deja marca
en la retina de aquellos
que han visto su casa en llamas…
Dedicado a los bomberos de Dos Hermanas, que tanto hacen con su formación vecinal para evitar dramas innecesarios.