La muestra de cine se consolida después de 5 años
La muestra de cine Con nombre de mujer que la Concejalía de Igualdad ha puesto en marcha por quinto año, tiene este año un aire más cosmopolita, en una apuesta por el cine “hecho en la clandestinidad” y por cinematografías “difíciles desde su concepción hasta su visionado” según ha afirmado Manolo Gómez, responsable de la programación, durante la inauguración el pasado lunes. La proyección de buena parte de las cintas elegidas es especialmente difícil en los países de los que proceden sus directoras, como es el caso de Irán (Persépolis) o Líbano (Caramel). Incluso de El silencio del agua, que se proyecta hoy, sólo existe una copia.
La muestra de cine ha ido ganando cada año en calidad y, según la delegada de Igualdad Celia Casado, en aceptación, especialmente desde que se iniciara el pase nocturno y los pases matinales dirigidos a los institutos de Educación Secundaria. Echando la vista atrás, Casado reconoció estar hace cinco años “un poco asustados por la acogida que podía tener” la muestra, pero hoy día se puede decir que ha sido bien aceptada.Con la elección de directoras de distintas nacionalidades se pretende “conocer el trabajo de ser mujer en sus países y culturas”.
PROGRAMA |
MIÉRCOLES: A golpe de tacón y El silencio del agua (Khamosh pani). JUEVES: Espermatozoides y Persépolis. VIERNES: Flores en el parque y Caramel. Todos los días hay tres sesiones del cortometraje y la película, a las 11:00, las 18:00 y las 21:15 horas. El sábado será la sesión de clausura. |
Recuperar la memoria
La sesión inaugural del lunes contó con la presencia de Marta Arribas, codirectora de la cinta El tren de la memoria, encargada de abrir la muestra. Arribas agradeció a la organización del festival por haber elegido su documental y “por hacer un ciclo tan interesante”. La película cuenta la historia de la emigración española a países europeos durante la década de los 60 a través de la mirada de varias mujeres y hombres que la han vivido en primera persona. Es un intento de recuperar la realidad de una emigración muy parecida a la que se vive ahora a la inversa, con la llegada a nuestro país de personas de otras nacionalidades. Una realidad que se mantuvo oculta y mitificada por el régimen de Franco y por la humillación de los propios emigrados de regresar a un país que no les reconocía.