Juan Pablo II, que inauguró la Residencia de Ancianos San Rafael, eligió venir a Dos Hermanas antes que a otras localidades
Después de muchas horas de espera ayer, día 13 de junio, a eso de las 16:40 horas y con una hora de antelación sobre el horario previsto, hizo su aparición por nuestras calles Juan Pablo II. La importancia del venerable invitado y la repercusión mediática que ha tenido a nivel mundial convierten este día en una fecha histórica para nuestra ciudad.
En su apretada agenda en España, el Papa tenía el deseo de testimoniar el apoyo de la Iglesia en favor de los desvalidos y los marginados, y por ese motivo vino a Dos Hermanas a inaugurar y bendecir la Residencia de Ancianos San Rafael, levantada por la Compañía de Jesús cerca de El Palmarillo. Aunque también había otros proyectos en Sevilla o Castilleja, al no poder desplazarse a todos, el Papa eligió la visita a San Rafael como punto de referencia .
Miles de personas vitorearon a Su Santidad por las calles de Dos Hermanas, vigiladas como nunca por los servicios de seguridad. Al llegar a la residencia, fue saludado por el alcalde, Francisco Toscano, una representación de concejales, los cinco párrocos de la ciudad y el director de la Casa, el padre Jose María Mier. Tras recorrer los pasillos, llegó a la capilla, se arrodilló ante el Sagrario y permaneció en oración cerca de 15 minutos. A continuación, tras unas palabras del Arzobispo de Sevilla y del director de la residencia, Juan Pablo II se dirigió a los presentes, muchos de ellos los mismos ancianos acogidos en el centro, que contemplaban la escena entre emocionados e incrédulos.
Tras la lectura, dio la bendición a todos y, rompiendo todo protocolo, departió con admirable sencillez con los ancianos, saludándolos uno a uno, regalándoles rosarios y bendiciendo las medallas que le presentaban.
Una nota de humor
De nuevo en el hall de la residencia, y antes de ser despedido en la puerta por el alcalde, el Papa procedió a inaugurar una inscripción cerámica colocada junto a la entrada, con el siguiente texto: “In memoriam Joannes Paulus II Pontifex Maximus Hanc Domini Inauguravit anno MCMXCIII”. Seguidamente, firmó en el Libro de Oro de la Ciudad y en el de la residencia.
El Máximo Pontífice no dejó de interesarse por lo más señalado de Dos Hermanas y sus características, y se atrevió a hacer una pequeña broma con el nombre diciendo que, por lo que veía, “vivían aquí más de dos hermanas”.
Fue una visita breve (no más de una hora y media) pero intensa, que quedará grabada en los anales de la ciudad y en la memoria de los que tuvieron la fortuna de ser testigos de ella.
Así fue el recorrido del Papa por Dos Hermanas
El motivo de la visita del Papa a Sevilla fue la Statio Orbis, el XLV Congreso Eucarístico Internacional. El Papa llegó a Sevilla el día 12 de Junio y partirá hacia Madrid el día 15. Entre su amplia agenda de actividades estaba la del día 13, cuando clausuró el congreso con una multitudinaria misa en el Campo de la Feria.
Juan Pablo II y su séquito llegaron a Dos Hermanas por la carretera vieja de Bellavista una hora antes de lo previsto. A la altura de la pista de exámenes, el Papa abandonó el Mercedes azul en que se desplazaba desde Sevilla y subió al Papamóvil, haciendo su entrada en Dos Hermanas sobre las 16:40 horas. Pasó por la Venta de las Palmas, subió el puente, enfiló la avenida de Sevilla y al entrar en El Arenal torció a la derecha por calle Botica. Después, giró a la derecha por Santa María Magdalena y, al llegar a El Palmarillo, el Papamóvil se dirigió, por la Avenida Doctor Fleming, a la Residencia de San Rafael, adonde llegó a las 16:45. Tras la visita, el mercedes azul con la bandera pontificia abandonó nuestra ciudad a las 18:00 horas.
“La solidaridad por encima del egoísmo”
La alocución que el Papa dirigió a los presentes en la capilla de la Residencia San Rafael ha sido calificada por la prensa como “la de más contenido social” de todas las que ha realizado en esta visita a España. Juan Pablo II no limitó su mensaje al plano espiritual. Condenó la corrupción política y pidió a las autoridades que “hagan un esfuerzo en favor de la justicia, la libertad y el desarrollo” y que “dediquen lo mejor de sí a potenciar los valores fundamentales de la convivencia social: la solidaridad, la defensa de la verdad, la honestidad y el diálogo”. En su mensaje, que pronunció en castellano y que duró diez minutos, exhortó a los empresarios a poner a la persona “por encima de los egoísmos e intereses de grupo”. Terminó sus palabras con una alusión a la Virgen de Valme, para “que nos ayude con su intercesión gloriosa para que en todas nuestras obras resplandezca la luz de Cristo.”
