Querido Bosé: me atrevo con lo de "querido" por la confianza que me inspiras al llevar tantos años siguiéndote y admirándote como artista, como tantas chicas de mi edad (cuarenta y tantos); como quien dice llevas media vida con nosotros haciéndonos sentir tu música.
No he sido, ni soy persona de asistir a muchos conciertos, ni la típica fan enloquecida que grita y salta de entusiasmo al ver a su cantante preferido, pero tengo que reconocer que el día 23 de junio al asistir al concierto celebrado en el hipódromo de Dos Hermanas, me hiciste vibrar de emoción al poder sacar del baúl de los recuerdos tantas sensaciones dormidas y olvidadas de mi juventud.
La música me envolvió… y me sentí cómplice tuya como una antigua amiga al escuchar tu voz, me hiciste partícipe del sonido, de tus movimientos sensuales, de tu ritmo. Me sentí rejuvenecer al memorizar de nuevo las letras de tus canciones.
Seguramente, Miguel, no leerás estas sinceras palabras, pero quién sabe si algún día lleguen a tus manos. No he podido resistirme y he tenido que expresar mi entusiasmo y alegría por esas dos horas y esos instantes que estuve tan cerca de ti.
Además de tu música, me encanta tu forma de ser, no cambies nunca, yo te seguiré siempre.
Hasta pronto querido amigo… Hasta siempre Miguel Bosé.