Durante varios meses niños y mayores han aprendido a deslizarse sobre ruedas
El Club de Patinadores Mak in line de Sevilla, a través de su escuela de aprendizaje, clausuró este sábado el curso de patinaje que ha funcionado desde el pasado mes de octubre en el Parque de la Alquería. Así, los amantes del deporte al aire libre han tenido este año una gran oportunidad para disfrutar de su tiempo de ocio.
Unas cuarenta personas de todas las edades han participado en esta actividad, fomentada por María José, una joven patinadora nazarena, estudiante de Educación Física, que forma parte del club sevillano. Dedicada a esta práctica deportiva desde su infancia, María José se planteó que la pista del parque estaba siendo infrautilizada y por eso pidió los permisos oportunos para dar clases los sábados por la tarde.
La respuesta no se hizo esperar y, aunque no han llegado al final del curso todos los que se apuntaron inicialmente, han sido muchos los que se han mantenido fieles a las ruedas en línea.
Durante este curso los monitores han tenido alumnos muy pequeños, desde tres años, hasta adultos, aunque éstos se han atrevido menos, “sobre todo porque les da vergüenza y esperan a que se apunten más gente mayor”, dice María José.
En estos meses todos los alumnos han progresado, aunque son los niños los que más avanzan en su aprendizaje. A los principiantes se les ha enseñado desde el suelo, a ponerse las protecciones, a ponerse de pie y a caerse, a conocer el material, a calentar, para pasar luego a las posiciones básicas y los primeros pasos.
Estas actividades se corresponden con el nivel blanco, el primero de todos. Le siguen el amarillo, el naranaja, el rojo y el negro. Una vez que se ponen en pie se les enseña la postura del patinador, a frenar con el taco, a coger curvas, giros en a o en parelelo, o a hacer ochos con las piernas. Además, para hacer de forma más lúdica el aprendizaje de las técnicas de patinaje en línea, han practicado un poco de hockey sobre patines para principiantes.
Aunque el trabajo principal se hace en las pistas, cuando los alumnos se sueltan empiezan a salir a la calle, que es donde realmente luego van a patinar. Despacio y con cuiddado empiezan a salvar escalones, ir por calles empinadas y hacerse con el tránsito por espacios abiertos. El objetivo principal es realizar una actividad de ocio saludable, sin competiciones, y que ayude a mejorar el sistema motor, el riego sanguíneo y el corazón.
Merienda de despedida
Para despedir el curso, que tiene previsto continuar en el mes de octubre próximo, se ha organizado una merienda en la que han participado todos los que han estado aprendiendo a patinar en este año.