Esta vez sí, Pedro Almodóvar fue profeta en su tierra y su película fue la ganadora de la noche de los Goya. Cinco premios, entre ellos los más importantes (película, director, actriz, actriz de reparto –Carmen Maura– y banda sonora), fueron a sus arcas. Pero si atendemos al número de premios, la triunfadora de la gala fue El laberinto del fauno, cuyo equipo subió a recoger siete premios (actriz revelación –Ivana Baquero–, guión original, fotografía, montaje, sonido, maquillaje y efectos especiales).
Aunque la ganadora moral, la cinta con la que pocos contaban y que venía casi de tapadillo (pese a haber ganado diversos premios en varios festivales) fue Azul Oscuro Casi Negro, que se llevó los Goya por actor de reparto, actor revelación y director novel.
Las otras favoritas, las que contaban con más nominaciones, esto es Alatriste y Salvador (Puig Antich) tampoco se fueron de vacío. La primera se llevó a casa tres galardones menores (dirección de producción, dirección artística y vestuario), mientras que la segunda fue considerada el mejor guión adaptado.
Juan Diego fue el mejor actor por Vete de mí, la mejor canción original fue la de La educación de las hadas, y Pérez la mejor cinta de animación.
Al final, todos contentos.