El pasado viernes día 27, terminó para nosotros los mayores el curso ‘No nos olvidemos de la memoria’. Fue patrocinado por la Federación de Asociaciones de Mayores de Andalucía. Dicho curso fue satisfactorio, y sobre todo, nos supo a poco. Pero lo mejor las buenas personas con las que hemos hecho buenísimas y cariñosas amistades. Gracias a nuestra ‘profe’, todos los que hemos estado alli, seguiremos en otros cursos que poco a poco se irán impartiendo y que avisarán con antelación.
En dicho curso hemos aprendido tantas cosas buenas e interesantes para todos, que queremos repetir. Fue gratuito, eso también tuvo su mérito. Ha sido un buen ejemplo. Tenemos que hacer cosas no sólo para la memoria, también para nuestro cuerpo, para nuestro ánimo, para estar en forma…, tenemos que salir de los rincones, que nos dé el sol, no ser perezosos, no temer al frío o al calor, no ver tanto la tele, en fin, que cuando tenemos que trabajar vamos a trabajar, así que cuando nos toque disfrutar o aprender algo que no hemos tenido ocasión de ello, nos toca aprender. Aprendamos, nunca es tarde.
Esta en una buena ocasión también para recordar a nuestro alcalde, que todavía estamos esperando este año nuestro curso de cocina. Ya ha pasado octubre, ya se están comiendo los mantecados, y no sabemos nada nuevo para la cena de navidad, ¡ésto no vale en la ciudad del conocimiento! Creo que también tendrá que hacer el curso ‘No nos olvidemos de la memoria’. También estamos esperando aquellas Emisoras de radio que tanto nos gustaron y que tantas personas hemos pedido. Todo eso y muchas más cosas, tenemos vivos deseos de tener en esta hermosa pero trabajosa ciudad. Ciudad, que con tanto ladrillo no podemos transitar a gusto sin tropezar con algo que nos puede costar la vida a los mayores.
No creo que el restaurante Valme esté inutilizado por la obra que tiene al lado, y sea por eso por lo que no se ha dado el curso de cocina: de allí se ven salir bandejas con comida. Es lo que yo digo, en casa, llevamos varios años rodeadas de obras, sufriendo con ellas, pero no por eso, he dejado ningún día de hacer de comer ¡faltaría más!.
Ya os dejo por hoy, otro día más, pero antes de despedirme, quiero agradecer a nuestro querido periódico La Semana por sus diez años a nuestro lado, con todo mi afecto y respeto por lo precioso de su detalle que nunca esperé, no me creía merecedora de esa placa tan significativa de todos ellos. Gracias de nuevo a La Semana y también a todos vosotros que me leéis.
Os quiero a todos ¡de verdad a todos!, y por ello os doy un fuerte abrazo. Vuestra amiga
