El palio le dedicó una levantá a su creador, Salvador Dorado ‘El Penitente’, antes de su entrada
El ruán negro inundó las calles nazarenas el Sábado Santo cuando las puertas de la parroquia de Santa María Magdalena se abrieron poco más tarde de las 19:00 horas para que la cofradía del Santo Entierro hiciera su aparición en la calle dispuesta a realizar su estación de penitencia cerrando así la Semana Mayor 2006.
Acompañado por un trío de capilla musical, el paso de Cristo discurrió por Dos Hermanas con el arropo de los ciudadanos, que saben guardar la compostura ante la seriedad y el luto que representa esta Hermandad, en un cortejo que siempre ha destacado por llamar la atención con estampas muy particulares: la Verónica, que este año estrenaba su Paño, las Tres Marías, las representaciones del resto de las Hermandades que procesionan en la ciudad, el palio de respeto o el enjambre de monaguillos que va delante del Palio alborotando a veces, pero dándole siempre un toque jovial a la cofradía, que demuestra que la tradición tendrá continuidad en las futuras generaciones cofrades.
El paso de Palio ha estado de celebración durante esta estación de penitencia, ya que la cuadrilla ha cumplido 25 años. Un cuarto de siglo desde que Salvador Dorado, el ‘Penitente’, la fundara y se desplazara desde Sevilla para sacar al Santo Entierro. Una cuadrilla que le dedicó la última levantá de la noche, ya en la entrada, a este hombre al que respetaban y admiraban.
Con el característico olor a incienso que deja esta cofradía y los últimos sones de la Banda del Maestro Tejera tras la Soledad, tan elegante como siempre, las calles nazarenas vieron la última procesión de la Semana Santa, que cumplió estrictamente con los horarios previstos.
Guiño a Amargura
Durante el discurrir de esta cofradía por la Carrera Oficial se tuvo un recuerdo con la Hermandad de Amargura. El capataz dedicó la levantá del paso de Palio al hermano Mayor de la Amargura, Manuel Polo Castro, que se encontraba en el palquillo, debido a la imposibilidad de la Hermandad de salir a causa de la lluvia. Unas inclemencias meteorológicas que no dejan que Dos Hermanas tenga una jornada de Viernes Santos desde hace ya tres años.