La muerte de una mujer
me sobrecoge el corazón
y yo no sé la razón
y la quiero conocer.
Es una desconocida
y la noticia de su muerte
es como si mi suerte
estuviera en ella prendida.
Me siento hermana en tu pena
en tus males y en tu suerte
maldita sea la muerte
y maldita tu condena.
La vida te la quitó
quien dijo que te quería
¡Qué lejos está ese día
y qué cerca de ti estoy yo.