Las familias de acogida sirven de referente de nuestras costumbres
Como en veranos anteriores es habitual ver por las calles de Dos Hermanas a chicos y chicas de nacionalidad norteamericana que llegan hasta la ciudad para aprender o mejorar su español. El centro de idiomas Geranios se encarga desde hace doce años de gestionar la estancia de estos alumnos tan especiales, que eligen dedicar parte de sus vacaciones a estar en contacto con la cultura española.
Aprendizaje y cultura
En esta ocasión son 22 los estudiantes norteamericanos que están realizando su estancia en Dos Hermanas. Repartidos en dos turnos de cuatro semanas cada uno, los estudiantes coinciden durante quince días en los que comparten clases, salidas culturales y días de convivencia. Todos tienen entre 13 y 17 años y la mayoría de ellos ya han estudiado español en sus lugares de origen durante al menos dos cursos, por lo que su estancia en Dos Hermanas no hace más que abundar en su perfeccionamiento del idioma. Aunque también ayuda a que conozcan las costumbres españolas a través de su contacto con las familias que los acogen.
Hay casos especiales, dentro de la generalidad del grupo, como una alumna que participa en este proyecto de intercambio sin saber ni una palabra de español y está siendo objeto de una programación especial dedicada a su caso particular.
Por lo general, los alumnos que acuden a este intercambio cultural asisten a clases dentro del centro de idiomas Geranios, desde las diez y media de la mañana hasta la una y media de la tarde.
En estas clases estudian gramática, vocabulario o sintaxis. Entre clase y clase los estudiantes se reúnen con sus monitores y se ponen de acuerdo en las actividades lúdicas y de ocio que se van a desarrollar durante la tarde o bien en el fin de semana.
Los estudiantes que acuden en verano a Dos Hermanas no solamente aprenden teoría sobre el idioma castellano. Uno de los puntos más importantes de este intercambio es el aprendizaje cultural y de costumbres, algo que sólo se aprende con la interacción social con el medio, las familias de acogida y los jóvenes españoles. De hecho, además de las clases matutinas, por las tardes se enseña cocina tradicional española o flamenco.
Además, los participantes visitan lugares emblemáticos de la geografía española, como es el caso de Madrid, Toledo, Segovia, Granada, Córdoba, Cádiz y, por supuesto, Sevilla, como parte de su aprendizaje y de su viaje de estudios.
Las costumbres españolas
Sin duda uno de los puntos más interesantes de esta experiencia intercultural es la estancia de los chicos acogidos en familias españolas, nazarenas en este caso, que cada vez se prestan más a este tipo de intercambio. El coordinador de este proyecto, Daniel Shannon, que lleva haciéndose cargo de los grupos de estudiantes desde el año 1994, junto con los directores del Centro de Idiomas Geranios, opina que “lo más interesante es la buena integración de los chavales con las familias. Es ahí cuando tienen que demostrar su verdadera habilidad con el castellano y aprender los verdaderos valores culturales de los españoles. Es lo que yo llamo la cultura profunda”.
Una cultura española que los estudiantes conocen de oídas en sus lugares de origen, gracias a la importancia que cada vez va adquiriendo en Estados Unidos, con lo que “el español se convierte en un idioma muy útil como segunda lengua. Ahora mismo en Estados Unidos se están promocionando las lenguas extranjeras, aunque no tanto como en Europa, pero cada vez crece más la importancia de una segunda lengua como el castellano”, explica Daniel Shannon.
Lo que más suele llamar la atención de las tierras españolas y, concretamente, de Dos Hermanas, es “la generosidad afectiva, los detalles de las familias de acogida y la diferencia de ritmo de vida que se lleva aquí, donde lo más importante no es solamente el trabajo, sino que se dedica mucho tiempo a la familia y los amigos”, comenta el coordinador del proyecto.
El primer grupo de americanos tiene mañana una fiesta de agradecimiento a las familias por la buena acogida que les han brindado, ya que se marchan el próximo viernes después de un mes muy intenso.
Intercambios culturales por sevillanas
El objetivo fundamental es que los chicos que vienen hasta Dos Hermanas conozcan las raíces culturales y la herencia más honda de nuestra sociedad. Así, por las tardes se ofrecen clases de flamenco o cocina tradicional, e incluso algunos de ellos asisten a corridas de toros con sus familias de acogida, como parte del aprendizaje de la cultura típica.
En las clases de flamenco se les enseña a bailar sevillanas, a tocar las palmas, pero sobre todo, a comprender la forma de vivir y sentir a través de la música que nuestra cultura ha venido cultivando desde tiempos ancestrales. El folclore es parte importante de nuestra sociedad y, como tal, es uno de los aspectos que no se podía dejar pasar.
Si bien, no es sólo el folclore también la gastronomía tiene un papel importante en esta inmersión cultural que viven los chicos norteamericanos que pasan el verano en la ciudad. Platos típicos, comidas caseras andaluzas y postres muy nuestros aderezan la estancia de los estudiantes.