ULTRAVIOLETA
Estados Unidos, 2006.
Título original: Ultraviolet.
Escrita y dirigida por: Kurt Wimmer.
Producción: John Baldecchi.
Fotografía: Arthur Wong Ngok Tai.
Música: Klaus Badelt.
Montaje: William Yeh.
Duración: 86 minutos.
Intérpretes: Milla Jovovich (Violet), Cameron Bright (Seis), Nick Chinlund (Daxus), William Fichtner (Garth), Sebastien Andrieu (Nerva), Ida Martin (Violet niña), Kieran O’Rorke (Detective Cross), Digger Mesch (Detective Endera), Ryan Martin (Detective Breeder), Steven Calcote (Daxus niño), Ricardo Mamood (Marido Violet), Mike Smith (Hematófago hospital), Clay Cullen (Hematófago rebelde), Jennifer Caputo (Elizabeth P. Watkins), Jack Murphy (Jefe de personal).
La guapa ucraniana Milla Jovovich llevaba ya unos añitos paseando su cuerpo por las pasarelas de medio mundo cuando dio el salto al cine con quince años, protagonizando Retorno al lago azul. Antes ya había aparecido en algunas series televisivas y participado en otras producciones con papeles menores. Después vendrían multitud de películas, algunas de gran éxito (El quinto elemento, por ejemplo), otras de menor reconocimiento, a pesar de que su trabajo era mejor (Chaplin, El hotel del millón de dólares…). Llegaron también varios discos (y es que la chica también canta, y bien -podeis comprobarlo en el album The Divine Comedy-). Pero el filme por el que sería conocida a gran escala sería la versión cinematográgica del videojuego Resident Evil y su secuela.
Y es que es ineludible hablar de la chica, protagonista indiscutible de un filme en el que ella y su ombligo están presentes en pantalla todos y cada uno de los planos de la cinta.
La acción transcurre a finales del siglo XXI, según su propia protagonista “en un mundo que no comprenderíais”. Una mutación ha transformado a muchos humanos en seres con una extraordinaria velocidad, resistencia e inteligencia. A medida que el número de afectados crece, también lo hace la preocupación del gobierno, que trata a los mutantes como marginados, se les pone en cuarentena, se les hacen pruebas terribles y se les confina en campos de exterminio. Un grupo de afectados liderado por Violet formará una resistencia, que luchará por sobrevivir, proteger su raza y vengarse de sus agresores, sobre todo después de descubrir que el gobierno ha descubierto un arma que podría acabar rápidamente con todos los mutantes.
Ultravioleta comienza con un ritmo vertiginoso, con una explicación rápida de todos los antecedentes, y una masacre que ríete tú de la de los vampiros de Resident Evil. El problema es que se mantiene así la casi hora y media (que parece que sean casi cuatro horas) de duración de la cinta. La película es atropellada, disparatada, incomprensible, risible… Estamos ante una auténtica tomadura de pelo, una historia sin el más mínimo sentido, que no explica nada (ni al principio ni al final), simplemente muerte y destrucción, por el simple gusto de la muerte y la destrucción.
Absurda, auténtica apología de la violencia y del ombligo de la protagonista, cuya vestimenta cambia de color a cada rato (se supone que la mutante es ella, pero al parecer su ropa tampoco le va a la zaga), con un montaje inexplicable que utiliza cuatro o cinco planos para ver un salto de la protagonista (con lo que nunca sabemos realmente qué está pasando), Ultravioleta es tan mala que hace que, a su lado, Resident Evil se acerque mucho a lo que los grandes críticos podrían llamar una obra maestra.