La muy extensa filmografía de Steven Spielberg puede dividirse (a muy grosso modo, claro) en dos categorías: por un lado, las películas de ciencia ficción, las que le hicieron valedor del sobrenombre de Rey Midas de Hollywood (donde podrían entrar El diablo sobre ruedas, Tiburón, E.T., Encuentros en la tercera fase, todo Indiana Jones, Parque Jurásico, Minority report…); y por otro su cine ‘serio’, comprometido, el que se basa en la Historia (obras como El color púrpura, El imperio del Sol, La lista de Schindler, Salvar al soldado Ryan, El puente de los espías…) Y ello por nombrar solo algunas, y obviando los pinchazos, que aunque pocos, también los tiene.
Esta Los archivos del Pentágono (una especie de wikileaks en los años setenta), primera de las películas que Spielberg estrenará este 2018, forma parte de este segundo grupo (en marzo nos llegará Ready Player One, obra futurista que entra de lleno en el primer apartado).
Una inesperada filtración de miles de documentos del Pentágono con información clasificada sobre la Guerra de Vietnam y otros temas de interés, que demuestran que durante décadas y cuatro presidencias se mintió deliberadamente a la población, la editora del Washington Post Katherine Graham y su director Ben Bradlee deciden apoyar al New York Times frente a la administración Nixon y su intento sin precedentes de restringir la primera enmienda de la constitución y limitar la libertad de prensa.
Estados Unidos, 2017 (116′)
Título original: The Post.
Dirección: Steven Spielberg.
Producción: Kristie Macosko Krieger, Amy Pascal, Steven Spielberg.
Guión: Liz Hannah, Josh Singer.
Fotografía: Janusz Kaminski.
Música: John Williams.
Montaje: Sarah Broshar, Michael Kahn.
Intérpretes: Meryl Streep (Katherine Graham), Tom Hanks (Ben Bradlee), Sarah Paulson (Tony Bradlee), Bob Odenkirk (Ben Bagdikian), Tracy Letts (Fritz Beebe), Bradley Whitford (Arthur Parsons), Bruce Greenwood (Robert McNamara), Matthew Rhys (Daniel Ellsberg), Alison Brie (Lally Graham), Carrie Coon (Meg Greenfield), Jesse Plemons (Roger Clark), David Cross (Howard Simons), Zach Woods (Anthony Essaye).
Spielberg es un genio de la narración. De eso no duda nadie. Y no necesita de grandes alharacas, ni de los efectos que abundan en sus otras películas. Un guion más que solvente, unas interpretaciones magníficas por un grupo de actrices y actores dirigidos de manera magistral, y saber a la perfección dónde colocar la cámara, la duración del plano, lo que debe pasar y cómo, para que el espectador quede enganchado.
Lo bueno de Los archivos del Pentágono (o lo mejor, porque todo es bueno) es su oportunidad. Porque a pesar de que en el verdadero momento histórico en el que sucedió fue hace casi cincuenta años, podría contarse lo mismo hoy en día. La duda en que la separación de poderes sea real, la lucha por la libertad de prensa (con un Trump que acusa día sí, día también, a los medios que destapan sus trapos sucios), la lucha por hacer visible y valorar el trabajo de la mujer (entonces, Katherine Graham era la primera editora de un gran periódico, hoy sigue siendo mínimo el porcentaje de mujeres en cargos de poder en los medios). Spielberg consigue que, a pesar de que la trama está repleta de diálogo, con personajes que hablan y hablan y hablan, de temas complejos en muchos momentos, esta no sea difícil de seguir. Incluso el ritmo es el propio de un thriller.
Con todo ello, el genio de Cincinatti nos regala una gran obra (eso no es sorpresa), un canto a la libertad de prensa, al periodismo clásico si se quiere (qué maravilla esas escenas en esos gigantes que eran las rotativas), con una puesta en escena inmejorable y un ritmo in crescendo, que es otra joya más en su ya dilatada carrera.
