Catorce -cual los versos del poema
más grande, complicado y señorial-
son las patas del grupo empresarial
que habrá de apaciguarnos el problema
del ladrillo, del paro y de su quema.
Catorce constructoras, al final,
serán quienes a base de jornal
lograrán el engrase del sistema.
Así serán catorce salvavidas
que, eso sí, buscarán financiaciones
y lograr catorce obras concluidas.
Catorce parceladas ilusiones;
catorce las ansiadas bienvenidas;
catorce enladrilladas soluciones.