Agentes de la Policía Nacional del municipio sevillano de Dos Hermanas han apresado a un varón detenido por comercializar artículos electrónicos falsificados a través de redes sociales. Los productos comercializados –siendo éstos teléfonos móviles y accesorios de telefonía de marcas de reconocido prestigio principalmente- no contaban con las características de los originales, y eran vendidos a precios muy inferiores a los de mercado. El patrón delictivo que seguía el investigado era el dropshipping; se trata de un método de envío y entrega de pedidos que permite vender productos sin la necesidad de adquirirlos previamente, almacenarlos, empaquetarlos o enviarlos, de forma que solo se encargaba de la gestión de los pedidos o de su facturación.
La investigación se inició a finales del año 2022 cuando los agentes observaron que, a través de un perfil de una conocida red social, se estaban comercializando teléfonos móviles y accesorios de telefonía de marcas de reconocido prestigio. Además, éstos eran vendidos a precios muy inferiores a los de mercado y fuera de los canales de venta autorizados por dichas marcas.
Los representantes legales de las marcas afectadas adquirieron dos pruebas de compra y, tras su análisis por parte de agentes expertos de Policía Científica, se determinó que los productos no contaban con las características de los originales, tratándose de productos falsos.
Dropshipping como patrón delictivo
El investigado se valía del dropshipping para llevar a cabo su actividad ilícita. Se trata de un método de envío y entrega de pedidos para el comercio minorista que no requiere que el vendedor disponga de los productos almacenados. De esta forma, el vendedor compra el artículo a un tercero que se encarga de enviarlo directamente al cliente final, por lo que éste no llega a ver ni a manipular el producto en cuestión, sino que se encarga únicamente de la gestión de pedidos o la facturación sin tener que ocuparse del almacenamiento, empaquetado y envío de los productos.
A través de los comprobantes de pago de las pruebas de compra realizadas, los agentes corroboraron que las transferencias bancarias se habían efectuado a una cuenta. Tras el análisis de los movimientos de dicha cuenta bancaria, los investigadores acreditaron la dinámica de comercialización de los productos, quedando evidenciado en los conceptos de los movimientos, y acreditando que se trataba de ingresos casi en su totalidad. La mayor parte de los movimientos se correspondían con transferencias realizadas por clientes que habían comprado alguno de los productos falsificados, los cuales eran ofertados a través de su perfil en una conocida red social. Las ganancias obtenidas ascienden a 19.655 euros.
La fase de explotación de la operación se realizó el pasado mes de septiembre y finalizó con un varón detenido en Dos Hermanas (Sevilla) por la presunta comisión de un delito contra la propiedad industrial.