Cien trabajadores están a la espera de cobrar las indemnizaciones prometidas tras la disolución de la exportadora aceitunera
No sin tensión, pero con respeto, la Policía Local procedió el pasado lunes, día 12, a disolver la “cacerolada” que protagonizaron trabajadores de la empresa aceitunera Villamarín a las puertas del Ayuntamiento. El alcalde, Francisco Toscano, firmó un requerimiento para que “cesaran estas actividades perturbadoras de la tranquilidad ciudadana”. Y es que los funcionarios municipales no han podido trabajar con normalidad debido a la molestia del ruido de las cacerolas y los tambores, que duraba ya 12 días.
Sin embargo, los 25 efectivos de la policía no pudieron disolver la manifestación, que continuó por la noche. Los manifestantes, que no se irán hasta asegurarse de que se cumplirán sus peticiones, se resguardaron del frío con mantas y cartones a las puertas del consistorio.
Estos más de 100 trabajadores de Villamarín S.A. reclaman un acuerdo sobre la cuantía de las indemnizaciones que deben cobrar por sus despidos. A finales de noviembre abrió sus puertas Acyco S.A.L., empresa que desde ahora comercializa la marca Alisa de aceitunas. Esta nueva sociedad está formada por los trabajadores de Villamarín que firmaron su cierre. Aquellos trabajadores que no vieron clara la operación, se han quedado fuera, y son los que reclaman el pago de una indemnización justa, prometida por el alcalde.
