La Consejería de Desarrollo Educativo y Formación Profesional, a través de la Agencia Pública Andaluza de Educación, trabaja ya en la ejecución de una obra de emergencia en el IES Gonzalo Nazareno de Dos Hermanas (Sevilla). Se centrará en reparar daños provocados por la borrasca Bernard el pasado fin de semana y permitir que el alumnado pueda volver al centro con seguridad, ya que las clases se han suspendido.
En concreto, en este instituto se produjo el desprendimiento de varias placas onduladas de poliéster con fibra de vidrio que estaban instaladas en tres lucernarios existentes en la cubierta del edificio principal, así como roturas en los castilletes que le sirven de soporte.
La intervención tiene un presupuesto estimado de 15.000 euros y está previsto iniciarla de forma inmediata.
Asimismo, se cayeron placas de falso techo de policarbonato que estaban bajo esos lucernarios a la galería principal del centro, con motivo de la entrada de agua y de las corrientes de viento.
La obra de emergencia consistirá en la demolición de los elementos en mal estado, la reposición o sustitución de los mismos y la realización de repasos en todos los lucernarios que se han visto afectados. Su ejecución se prolongará durante alrededor de una semana.
Deficiencias en el Ibn Jaldún
El sindicato de enseñanza de USTEA (Unión de Sindicatos de Trabajadores y Trabajadoras de Andalucía) ha denunciado a la Junta de Andalucía los «numerosos problemas» que tiene el IES Ibn Jaldún, ya que considera que «carece de arreglos y reformas importantes». Profesores y alumnado han comentado al sindicato que la valla del centro carece de altura y seguridad lo que provoca que «muchas personas del barrio se saltan la misma para acceder a la calle Luis Cernuda y, a su paso, destrozan las instalaciones». Igualmente los delegados sindicales han podido comprobar el «penoso estado de las pistas del exterior que hace imposible la práctica del deporte, siendo un auténtico riesgo para el alumnado». Otro de los problemas estructurales del instituto es «la instalación de la luz que no ha sido cambiada desde que era un centro de Primaria; esto supone continuos cortes de luz y problemas ante la necesidad de utilizar dispositivos enchufables en el centro a los más de 800 alumnos . A todo esto hay que sumar la falta de servicios y urinarios para el alumnado, lo que supone un «auténtico caos en los cambios de clases y recreos».
En el plano administrativo, explica USTEA, «los problemas son más complejos«. El centro» ha estado sin conserje durante más de un mes, funciones que ha tenido que realizar el equipo directivo e incluso familiares del alumnado». Además el centro tiene una falta de personal administrativo desde comienzo de curso, haciendo que estas funciones deban ser realizadas por equipo docente. A todo esto se suma, comentan los profesores, la falta de personal de limpieza , que está subcontratado.
El sindicato exige a la administración competente que se ponga “manos a la obra” para revertir estas situaciones, «después de dos meses de caso omiso al centro», sentencia.