La ciudad de Dos Hermanas volvió a vivir la Romería de Valme en su máxima expresión de Fiesta Mayor de la Ciudad, en el segundo año con esta denominación oficial concedida por el Ayuntamiento el pasado 2022. Un río humano de fe se sumó un tercer domingo de octubre más a la colorista comitiva de flores de papel que partió desde la Plaza de la Constitución con destino a la Ermita de Cuarto.
150.000 flores de papel blancas exornaban la carreta de la Virgen para llevarla a la barriada sevillana de Bellavista en la romería del 50 aniversario de su coronación, resaltando la pureza de María. La carreta llegó a una abarrotada Plaza de Los Jardines poco antes de las 8:00 horas, acompañada por los sones musicales de la Banda de Dos Hermanas Santa Ana, que la acompañó durante su paseo por la ciudad.
La Virgen, con su manto rojo estrenado en 2021 a partir de un capote de paseo donado por el torero Emilio Muñoz en el año 1982, fue portada hasta su carreta, escuchando los primeros cantos del coro de la hermandad, que la esperaban en el dintel de la parroquia. Fuera, aún no había amanecido, peros las primeras luces del día no tardaron en aparecer, aunque, tímidamente camufladas tras las nubes que cubrían el cielo de la ciudad.
La carreta de la Virgen avanzó por el centro de la ciudad a un ritmo más pausado de lo habitual, mientras se abría paso entre la marea humana que la acompañaba en este día tan especial. Tras la petalada en Los Cuatro Cantillos, con los vivas a Valme, se vivió uno de los primeros grandes momentos de la salida. La llegada a la calle Botica estuvo amenizada musicalmente por Juanlu de Castro y su grupo, que le cantaron desde un balcón del inicio de esta calle. Mientras que el Coro de Valme, como ya hiciera el año pasado, le cantó desde la terraza de Villa Pepita, sede de la Peña Bética Nazarena. Nuevas petaladas en Botica y la Virgen parecía no querer abandonar este rincón de la ciudad, que siempre se vuelca para recibirla.
Fiesta mayor de la ciudad
La Avenida de Sevilla era un hervidero de gente, con el puente de la Venta de las Palmas al fondeo. La carreta de la Virgen, una vez despejado de público, lo comenzó a subir pasada las diez de la mañana, viviéndose una de las estampas más típicas de esta jornada, con esa masa ingente de romeros tras sus pasos, volviendo a recalcar en su máxima expresión su condición de Fiesta Mayor de la Ciudad.
Antes entrar en la Carretera Vieja, en la conocida como Glorieta de Los Frutales, se procedió a la despedida de las autoridades que la acompañaban, con el alcalde, Francisco Rodríguez García, a la cabeza y acompañado por integrantes de la corporación municipal. Allí se canta la salve y la Banda de Santa Ana interpreta los himnos de Andalucía y España, cerrando este emotivo acto el fandango improvisado de un romero a pie.
El Palacio de Exposiciones y Congresos de Entrenúcleos, que sigue avanzando en su edificación, se ha convertido en el nuevo escenario que recibe a la Romería de Valme en el inicio del camino a Cuarto por la A-8032. La urbanización de su entorno, convirtiendo el inicio de la Carretera Vieja en vía urbana, ha modificado el discurrir del cortejo por esta zona, hasta que ha enfilado nuevamente el trazado original con el arco de la Hacienda Torre de Doña María al fondo.
Las personas mayores de la Residencia La Paz volvieron a esperar a la Virgen de Valme en la puerta para hacerle su tradicional ofrenda de flores, como también se la hacen los vecinos y vecinas de Casquero en la capillita que se alza en la Cuesta del Inglés, con Bellavista al fondo. Pasada la una de la tarde la Virgen ya buscaba el barrio sevillano, en el que se alza su ermita, fin de su peregrinar.
A la llegada al término municipal de Sevilla, la Virgen ha recibido una ofrenda floral del Ayuntamiento de la ciudad, cuya representación ha estado acompañada por el alcalde de Dos Hermanas, Francisco Rodríguez, y miembros de su equipo de gobierno, así como por la subdelegada del Gobieno en funciones, Isabel Mayo.
El recorrido de la comitiva por la barriada de Bellavista ha sido pletórico y con mucho público, desde un repleto paso subterráneo a la entrada en el Cortijo de Cuarto. La virgen llegaba a la barriada sevillana con cierto retraso sobre su horario habitual, en el entorno de la una y media de la tarde, no faltando la presentación ante la Parroquia del Sagrado Corazón de Jesús. Allí se le ha rezado y realizado una ofrenda floral a Valme, además de los cantos del caro.
Tras dejar la calle Asencio y Toledo, la romería ha cruzado por el bulevar y enfilado la calle de la Ermita de la Virgen de Valme. Pasada las dos de la tarde, la blanca carreta de la Virgen entraba en su ermita. Allí su coro le ha cantado, mientras la imagen era bajada de la carreta por el prioste de la misma, Francisco Jiménez González, y era portada hacia el interior de la ermita por el hermano mayor, Hugo Santos Gil, y otro integrante de la junta de gobierno.
En el interior de la ermita, mientras el cortejo seguía llegando al cortijo, se ofició misa, tomando la palabra el párroco de Santa María Magdalena, Manuel Sánchez de Heredia. En el exterior, las estampas típicas de esta jornada en Cuarto, con las reuniones de carreteros y exornistas en torno a un guiso de carne con tomate, menudo o arroz. Es el momento del descanso, mientras se aguarda el inicio del camino de vuelta. Se suceden los cantes, los buenos momentos y tampoco puede faltar la visita a la Virgen en su ermita, presidiendo el altar, mientras una interminable cola de gente va pasando por delante suya.
A las 17:00 horas, el rezo del Rosario anuncia que la maquinaria de la Romería de Valme 2023 se pone en marcha de nuevo. Pasada las seis de la tarde, la Virgen vuelve a ser entronizada en su carreta de flores blancas y se inicia el camino de vuelta de la fiesta mayor de la ciudad. El cortejo comienza a desandar lo andado, recorriendo nuevamente las calles de Bellavista, antes de enfilar la Carretera Vieja.
Con algunas tímidas gotas de agua, nada amenazantes, la Romería de Valme hizo su entrada en la ciudad. Era pasada las nueve y media de la noche, con mucho público en la calle que aguardaba su regreso. De nuevo los sones de la Banda de Dos Hermanas Santa Ana amenizaban musicalmente el paseo triunfal de la Virgen de Valme por el centro del municipio con la satisfacción del deber cumplido, del reencuentro con sus orígenes, con la historia, de mirar atrás para entender el sentido del presente.
El alcalde, Francisco Rodríguez, recibió a la comitiva, con la delegada de Cultura y Fiestas, Rosario Sánchez, el delegado de Movilidad, Antonio Morán, y la delegada de Urbanismo, Ana Conde, acompañando a la hermandad hasta la parroquia. Allí llegó sobre las once de la once de la noche y la Virgen fue bajada de su carreta para presidir en la puerta de Santa María Magdalena, en un improvisado altar, el paso de las carretas y galeras. Poco antes de la medianoche, Valme hacía su entrada en el templo hasta la próxima romería, fiesta mayor de la ciudad. Previamente, a finales del mes de noviembre, será trasladada a Sevilla, donde procesionará el día 25 con motivo del 775 aniversario de la restitución del culto cristiano en la ciudad.