Hay un día en el calendario que no se puede olvidar
que va la Virgen de Valme en su carroza "engalaná",
los romeros que la guían tienen la fe "demostrá"
y con orgullo y alegría a Cuarto la llevan ya.
El pueblo se ha santiguado un ciento o algo más
al ver a su Virgen en la calle derramando su bondad.
Los curas y monaguillos, hermanos y sacristán
se beben una copita porque no quieren pecar,
y aunque el cuerpo se lo pida, se tienen que conformar.
Las campanas de la iglesia no dejan de repicar,
espantan a los pajarillos ¿Dios mío qué pasará?
El pueblo solo se queda, la gente toda se va
acompañan a su Virgen con fe y voluntad,
qué bonitas van las niñas dejando sus penas atrás,
todas rezando a la Virgen, y pidiéndole salud y paz.