La prensa sevillana recoge hoy los problemas de infraestructura que atraviesa Dos Hermanas, donde crecen nuevas barriadas sin los más mínimos servicios. Es el caso de Ibarburu, “un lodazal que carece de alcantarillado, luz o recogida de basuras”. En esta barriada periférica, donde los vecinos echan sus desechos en solares o vaciaderos, se hace insoportable la habitabilidad “por cuanto”, dice El Correo, “malos olores, moscas y gusanos invaden todos los hogares”.