EL INCREIBLE HULK
Con un proyecto tan extraño como este, uno no llega a saber cómo actuar, cómo interpretarlo. Lo cierto es que nadie en Marvel quedó contento con el resultado de la anterior Hulk, aquella cinta que a todos extrañó (al menos antes de verla) que dirigiera Ang Lee y que interpretaba con poca credibilidad Eric Bana.
Así que, al conseguir recientemente el absoluto control sobre sus producciones (esta es la segunda película, tras Iron man en la que Marvel es la que dirige todo el cotarro) han vuelto a hacer la película.
Estados Unidos, 2008 (114’)
Título original: The incredible Hulk.
Director: Louis Leterrier.
Producción: Avi Arad, Kevin Beige, Gale Ann Hurd.
Guión: Zak Penn.
Fotografía: Meter Menzies Jr.
Música: Craig Armstrong.
Montaje: Rick Shaine, John Wright.
Intérpretes: Edgard Norton (Bruce Banner), Liv Tyler (Betty Ross), Tim Roth (Emil Blonsky), Tim Blake Nelson (Samuel Stenrs), Ty Burrel (Dr. Samson), William Hurt (General Thaddeus Ross), Christina Cabbot (Comandante Kathleen Sparr), Peter Mensah (General Joe Greller), Paul Soles (Stanley), Débora Nascimento (Martina).
Es algo extraño, ya que no es una secuela de la primera, pero tampoco puede considerarse un remake, una nueva versión de la misma. Parece como si la pretensión de la productora fuese borrar del mapa, de la memoria colectiva del público, la película dirigida por Lee, creando para ello, una cinta más espectacular, más visual.
El científico Bruce Banner vive oculto, apartado de todo su pasado, buscando desesperadamente una cura para la radiación de rayos gamma que envenenó sus células y que le convierten en Hulk, una furia desenfrenada que surge en su interior cuando le sobreviene un ataque de ira y que no puede ni sabe parar. Banner ha estado viviendo como un fugitivo, alejado de la mujer que ama (Betty Ross), y evitando la persecución del general Thaddeus Ross, consciente de que la maquinaria militar que éste encabeza quiere utilizarle para explotar su poder como arma de guerra. Mientras tanto, el general Ross se alía con un despiadado militar ruso, Emil Blonsky, un ser sediento de sangre y poder que no perderá la ocasión de convertirse, utilizando los mismos experimentos que Banner, y en los que también trabajaron Ross y Betty, en algo con un poder inimaginable, un ser conocido como Abominación.
El increíble Hulk es mucho más artificio, mucho más espectáculo que la primera versión, que se decantaba más por el lado cerebral de la historia. Por un lado, es lo que la trama pide, dos grandes moles (Hulk y Abominación) enfrentándose y destrozando la ciudad, mientras que las fuerzas armadas utilizan todo su potencial para derrotar a una persona, destrozando todo lo que se ponga en su camino. Por otro, se echa de menos algo más de profundidad en algunos momentos, si bien Edward Norton (demostrando una vez más que tiene talento, aunque esta sea una de sus actuaciones más flojas) consigue hacer ver que desea con toda su alma deshacerse del mal que hay en su interior y que lucha contra él, y lo que es mejor, enseña al humano que se esconde tras el monstruo (a pesar de que esto sea más trabajo de los efectos especiales). Por su parte, Liv Tyler apenas balbucea un par de frases, dedicando gran parte de su presencia en pantalla a lloriquear y a poner morritos.
Mejor que la de Lee, con más efectos y espectáculo que es lo que la historia pide, El increíble Hulk tiene también sus cosillas negativas, como toda película que se precie, sus lagunillas de guión (¿qué ocurre con el doctor Sterns y esa transformación que empieza a sufrir pero del que no vuelve a saberse nada más?). Habría que destacar también ese guiño a Iron man (mejor película que esta), con la aparición, casi al final, de su personaje principal, Stark, que deja abierta una puerta a una continuación que se complica tras el malestar de Norton (productor no acreditado del filme) con el resultado del montaje final, alejado del que él pretendía.