El próximo domingo, día 4 de mayo, a las 12:00 horas, se celebra en la Capilla de la Hermandad de la Amargura el XXI Pregón de las Glorias de María. La encargada de pronunciarlo, en esta ocasión, es Valme Linero Candil, diputada de Formación y Juventud y miembro del Grupo Joven de la hermandad del Viernes Santo.
Graduada en Enfermería, Valme, a sus 24 años, afronta el que será su primer pregón. Será por eso que, cuando recibió la noticia, “la acogí con sorpresa” y “no me veía haciéndolo, por el pánico que me daba”, pero, ahora,”estoy muy contenta e ilusionada porque hayan pensado en mí”.
Pregón de sentimiento
Una vez superado el impacto inicial y, tras sentarse ante el papel en blanco, tenía claro que “tenía que abrirme en canal, ser sincera y clara y expresar lo que significa para mí la Virgen y la fe”.
Para la pregonera, “María es mi madre, a la que admiro por su valentía, entrega y generosidad. Es un modelo y ejemplo, ya que nunca juzga y siempre perdona, como las madres”. Por ello, cuando Valme Linero Candil mira a la Virgen de la Amargura, “le pongo rostro a María, a la madre de Dios”.
A sus 24 años y como integrante del Grupo Joven, la juventud también tendrá su protagonismo en este pregón, “haciendo una reflexión de lo que se espera del joven cristiano en el mundo de las hermandades”.
Sencillez en su forma
A la hora de dar forma a todos sus sentimientos, Valme ha optado por un pregón “sencillo, en el que lo que importa es lo que cuento, no cómo lo cuento”. En su texto se conjuga la prosa con el verso, aunque confiesa que le ha costado bastante la parte rimada, aunque, al final, “estoy contenta con el resultado”.
En este día tan especial, la pregonera será presentada por su hermano, Jesús Manuel Linero Candil, que también fue pregonero de las Glorias de María. Una elección que responde al único y principal motivo de que “ha sido él el que me ha llevado de la mano por el mundo cofrade”.
Una vez que culmine su pregón, que estará amenizado musicalmente por la Coral Santa Ángela de la Cruz de la hermandad, a Valme le gustaría que se recordasen sus palabras “por la dulzura con las que las voy a transmitir”.