Se cumplen 50 años de Montequinto y de la presencia de la comunidad Escolapiana en este barrio y Nuestra Señora del Pilar en su Mayor Dolor ha salido a la calle para celebrarlo. No podía ser de otra manera, siendo, como es, la Virgen del barrio de Montequinto. Por ello, la Hermandad de la Humildad organizó este sábado, día 5, una misa estacional en la Plaza de Roma, en pleno corazón de la barriada.
En esta salida evangelizadora, la Virgen del Pilar presentó una imagen inusual, ya que procesionó en andas con unas ráfagas de plata, cedida por la Hermandad de la Virgen de Gracia, Patrona de Gelves. Además, la dolorosa lucía saya bordada sonre terciopelo burdeos, cedida por la Hermandad de La Sed, de Sevilla, así como manto bordado, sobre terciopelo azul, y toca de sobre manto, cedidas ambas piezas por la Hermandad sevillana de la Aguas.
Sobre sus sienes, lució corona de plata sobredorada de la Hermandad de Ferroviarios de la Roda y en sus manos portó un cetro de oro, cedido por la junta romera de la Virgen de los Ángeles de Montequinto. Sobre las andas, portó candelabros de cinco luces, cedidos por la Hermandad de Santa Ana, Patrona de Dos Hermanas.
La Virgen del barrio de Montequinto fue trasladada por la mañana de este sábado en Rosario Público hasta la Plaza de Roma, donde quedó entronizada sobre un escenario para la celebración de la solemne Misa Estacional. La sagrada cátedra estuvo presidida por Francisco Javier Nadal Villacreces y estuvo concelebrada por Daniel González Rodríguez. El acompañamiento musical corrió a cargo de la Coral Polifonica Consolación Madre de la Iglesia.
Esta cita contó con la presencia del alcalde de la ciudad, Paco Rodríguez, quien quiso compartir con sus vecinos y vecinas esta celebración religiosa por los 50 años de la barriada.
Al finalizar la homilía, la Virgen quedó expuesta a la veneración hasta que se inició el regreso a la Parroquia de Nuestra Señora de los Ángeles y San José de Calasanz. Eso fue a las seis de la tarde, previamente, se colocó a la dolorosa un regalo realizado por la Hermandad de Ferroviarios de la Roda, un juego de joyas isabelinas de anticuario del siglo XVIII. Tras las fotos de rigor de los hermanos y hermanas, algunas de ellas visitiendo la tradicional mantilla, se inició la procesión de regreso. En la presidencia, junto al párroco, Francisco Javier Nadal Villacreces, la delegada de Montequinto, Fátima Murillo Vera, y la delegada de Igualdad y Juventud, Mª de los Reyes Garrido Jaén, ambas, vecinas del barrio.
Los sones en esta procesión triunfal de vuelta lo pusieron los músicos de la Banda de Dos Hermanas Santa Ana, que acompañaron a la Virgen del Pilar. Su barrio se engalanó para la ocasión, destacando en este camino de regreso su visita al Colegio Calasancio Hispalense, que también cumple sus 50 años en Montequinto.
Con los sones de Nazarena y Patrona, en honor a Santa Ana, la Virgen llegó, ya con la noche cerrada, a la parroquia quinteña, poniendo fin a una jornada histórica que quedará para siempre en la retina de los quinteños y quinteñas que salieron a la calle para encontrarse con la Virgen del barrio de Montequinto.