El nuevo paso-templete con el que la Virgen de Valme procesionará el próximo día 24 con motivo del 50 Aniversario de su coronación ya está en la Parroquia de Santa María Magdalena. Se encuentra en el prebisterio junto a la Protectora de la ciudad, que hoy lunes celebra veneración extraordinaria, de 10:00 a 13:30 horas y de 18:00 hasta la finalización del acto de homenaje a la advocación de Valme. Ya que, a las 21:00 horas, se ha invitado a esta veneración a todas las niñas y mujeres que llevan el nombre de Valme.
En esta jornada también podrá conocerse el resultado de los trabajos para configurar el nuevo paso-templete, proyectado por el diseñador Javier Sánchez de los Reyes y ejecutado por el Taller de Orfebrería Juan Lozano y el Taller de Bordados Santa Clara. Por ello, la Hermandad de Valme ha querido dar las gracias a todos los hermanos, fieles y devotos que con aportaciones han hecho posible dichos trabajos.
El nuevo paso-templete
El proyecto de la Hermandad de Valme contempla el cambio de tipología del elemento que cubre la imagen de la Virgen: de una tumbilla se pasaría a un templete aéreo; es decir, abierto y estilizado, con un ‘cupulín’ señalado tan solo por nervaduras o costillas que marquen sus ejes. Este templete aprovecharía el actual moldurón superior y la crestería de la tumbilla, al que se añaden, a modo de lambrequines o guardamalletas, unas caídas de pequeño tamaño que combinan la orfebrería gótica con unos paños textiles con los escudos de Castilla y León. Las nervaduras o costillas del templete serían del mismo estilo, al modo de los arbotantes, y rematarían en un doble florón que haría las veces de ‘clave’ de la fingida cúpula.
El templete resultaría de reducir el espacio actual acotado por los varales, acercándolos a la imagen y desplazándolos de su actual ubicación a eje con las patas del paso. Se asentarían sobre un ‘plinto’ o base de nueva ejecución, que delimita el templete en sí y lo diferencia del resto del conjunto del paso, además de servir de elemento sustentante si se quiere instalar el templete en algún altar o montaje para culto interno. Sobre ese plinto o base se ubicaría la peana de la Virgen, resultante de reducir en altura y volumen la actual. Encima de esa peana iría colocado un ‘peanín’ de nueva factura y pequeño tamaño, que resolvería la amplitud de medidas que seguiría teniendo la superficie de la peana principal para colocar la imagen, ganando con ello esbeltez todo el conjunto.
Los varales serían levemente acortados, con la finalidad de no subir la altura del paso en exceso. Para ello, se contempla la sustitución de los basamentos por otros de menor altura; los actuales serían aprovechados en los candelabros, que se plantean para dotar de una mejor iluminación al conjunto. Estos cuatro candelabros presentan sus siete brazos curvados hacia la Virgen, a fin de acercarle la iluminación en el mayor porcentaje posible, haciéndola más efectiva, y se presentan con las luces muy juntas, apiñadas y sin coronillas, para concentrar y aportar más luz. Aunque en el proyecto se representan en el lugar donde ahora están situados los varales, se puede plantear acercarlos más al templete, resultando así más armónico el conjunto.
La iluminación se refuerza con dos candelabros laterales de tres luces. Flanqueando estos, van las actuales jarras y, para completar el juego y ofrecer mayor armonía de conjunto, se incluyen otras jarras más pequeñas. El moldurón o baquetón de la parihuela se aprovecha tal cual, y los faldones se contemplan nuevos, siguiendo la línea del proyecto originario, con ventanas de malla y broches de estilo gótico.
Fotos: Hermandad de Valme.