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El teatro municipal recibe el próximo viernes, día 3 de febrero, a las 21:00 horas, al multi-instrumentista Diego Villegas, que  presenta su proyecto Cinco. Un recopilatorio de las vivencias, experiencias e inspiraciones que ha tenido en cada uno de sus viajes por los cinco continentes, con el flamenco como hilo conductor. Las entradas, a cinco euros, siguen a la venta en la taquilla del teatro, de 9:00 a 13:00 y de 17:00 a 20:00 horas, así como en la web www.giglon.com.

El día 3 de febrero presenta en Dos Hermanas su segundo disco Cinco. ¿Cómo va a ser ese viaje musical que va a ofrecer al público del teatro municipal nazareno?
Cinco es un viaje por los cinco continentes a través de sus músicas: música oriental, música del Medio Oriente, Música Clásica, Latinoamérica y Afroamerica, con el lenguaje flamenco como “capitán del barco”.

Aunque toca diferentes estilos y géneros, ¿qué papel tiene el flamenco en este espectáculo?
Mi lenguaje a la hora de expresar y componer es el flamenco. Cinco es un concierto donde el lenguaje flamenco es la base de lo que sucede: Solea, Serrana, alegrías, bulerías o tangos…

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¿Qué selección de piezas ha elegido para este espectáculo?
Son todos composiciones propias, basadas en palos del flamenco, pero influenciadas por las músicas de los cinco continentes. Para ello, uso cada unos de mis cinco instrumentos, para acercarme lo mas posible a la sonoridad de cada estilo. Por ejemplo, los temas orientales los hago con la flauta travesera, los de Medio Oriente con el clarinete…

Se presenta como un músico multi-instrumentista y en el concierto tocará cinco de ellos. ¿Cómo se organiza sobre el escenario con tanto instrumento?
Como decía antes, voy haciendo un viaje por los cinco continentes y en cada uno uso un instrumento. En otras ocasiones voy cambiando de instrumentos en un mismo tema, pero en este caso no.

Además, estará acompañado en el escenario por dos músicos. ¿qué nos puede contar de ellos?
Tengo el tremendo honor de compartir escenario con los Maestros Keko Baldomero (guitarra) y Manuel Muñoz ‘Pájaro’ a la percusiones. Son dos músicos con una trayectoria bestial. Han trabajado con infinidad de artistas de primer nivel y, actualmente, son mis compañeros en la compañía de Sara Baras. De hecho, Keko es el director musical y compositor de la compañía.

«Cinco es un concierto donde el lenguaje flamenco es la base de lo que sucede»

Siendo andaluz, de Sanlúcar de Barrameda, una tierra con tanta afición flamenca, ¿cómo sienta cuando recibe tan buenas críticas en escenarios tan importantes como el de la Bienal de Sevilla, por ejemplo?
Pues es una felicidad enorme. Como andaluz, mi identidad y mi forma de sentir es el flamenco y, aunque no sea un “flamenco habitual” (ya que no soy cantaor o tocaor), tengo la dicha de ser reconocido como instrumentista flamenco. Algo que me hace sentir muy especial, ya que, de alguna forma, me siento embajador de mi tierras y su identidad.

Además de sus espectáculos, también trabaja acompañando a primeras figuras de la música y el baile, como Estrella Morente o Sara Baras. ¿Qué se aprende de ellas?
Cuando trabajas con artista de esa magnitud es eterno el listado de cosas que aprendes. Pero lo que más valoro es el darte cuenta de que todos somos humanos. Todos tenemos familia, tenemos problemas, nos enamoramos, nos enfadamos… y desde niño nos han inculcado como que los artistas de esa magnitud son “intocables”, pero no es así. Son personas con hijos, con padres, les gusta ir en Navidad con la familia, les gustas tomar una caña al acabar el espectáculo… son Humanos.

¿Cómo empezó todo? ¿Cuándo comenzó a gestarse ese artista que se ha convertido en todo un referente de la escena instrumentista?
Pues todo comenzó cuando era un niño. Mi hermana es bailaora de flamenco y ya desde niño crecí viéndola bailar y, de alguna manera, ahí empezó mi historia de amor con la música. Luego con ocho años comencé a estudiar guitarra clásica en el conservatorio, a los diez empecé a estudiar clarinete y a los once ya tocaba en la banda de mi pueblo. A los quince, mi hermana Raquel abrió el Bodegón A Contratiempo (tablao flamenco en Sanlúcar) y allí empecé a tocar flamenco con el clarinete. A los 16, me compré un saxo; a los 17, me regalaron una flauta; a los 18, me compré una armónica y todos ellos los fui aprendiendo de forma autodidacta e incorporándolos a mis actuaciones de flamenco y otras músicas que ya hacía.

¿En qué proyectos se haya inmerso actualmente?
Actualmente, formo parte de la compañía de la bailaora Sara Baras con la que estamos habiendo una gira internacional que nos ha llevado a París o Sidney, y seguiremos por EE.UU. o Budapest. Y en paralelo, sigo presentando mi disco Cinco con las diferentes formaciones.

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