El escultor nazareno Salvador Madroñal ha realizado una nueva obra para la Basílica de la Natividad en Belén. Se trata de un Bendito Niño que será entregado durante la peregrinación a los Santos Lugares que la Asociación Estrella de Belén ha organizado para la fiesta de Pentecostés.
Madroñal ha recreado al Divino Infante, sereno, en actitud de bendecir y con una profunda mirada que se clava en los ojos del que lo contempla. Se muestra en un ligero contraposto, descansando en la pierna derecha sobre una bola del mundo, reflejo del pueblo redimido por Jesucristo. Una obra que rezuma unción, sello inequívoco de este imaginero sevillano.
La obra está realizada en madera de cedro real, estucada y policromada al óleo con tripilla, al más puro estilo sevillano del siglo XVII. El cojín y el globo terráqueo sobre el que descansa el Bendito Simulacro están dorados en oro de 24 kilates y ricamente estofados al temple.
Esta talla se convierte en un hito dentro de la dilatada trayectoria de Salvador Madroñal, que pasa a convertirse en el único escultor-imaginero con una obra dentro del recinto de la Basílica de la Natividad. El Bendito Niño se presentará vestido con una túnica de brocado en salmón y oro de principios del S. XX y portando potencias de plata de ley.