Entrevista a Héctor Alterio

0
- Publicidad -

Actor Héctor Alterio

Con más de dos años en cartel y con más de 200 funciones, llega al teatro municipal mañana jueves, a las 21:00 horas, En el estanque dorado, el clásico de Ernest Thompson, que protagoniza, junto a Lola Herrera, Héctor Alterio. Un animal de la interpretación que se ha dedicado toda su vida a contar historias en cine, teatro y televisión.

¿Quién es Norman el personaje que interpreta en la obra En el estanque dorado?
Norman es un personaje especial porque a sus 80 años está al borde de la vida y su existencia está marcada por los miedos lógicos de esta etapa, en la que afloran temas tan delicados como la enfermedad o la muerte.

- Publicidad -

¿Qué le motivó a sumarse al reparto de la primera adaptación teatral que se hacía en España de este clásico de Ernest Thompson?
Yo llevo toda mi vida viviendo de esto, pero hay proyectos que tienen unos aditamentos que lo hacen mejores que otros y en este caso era Lola Herrera. El hecho de que una actriz de su trayectoria se sumase a este proyecto es un regalo y hace que cada día se transforme en una fiesta del trabajo. Nos hemos convertido en un matrimonio teatral indisoluble.

¿Cómo se traduce esta simbiosis en la relación que establecéis con el público?
Pues el público se divierte mucho y se emociona porque la obra está llena de matices de los seres humanos. Además de que Ernest Thompson se desvela en esta obra ante todo como un contador de historias. De esta forma ya han pasado dos años, llevamos unas 250 funciones y antes de que acabe el año alcanzaremos las 400.

¿Cuál cree que es la clave para que una propuesta teatral se mantenga tanto tiempo en cartel?
La clave es un misterio pero lo que sí es verdad es que antes de llegar a una ciudad están ya todas las entradas agotadas. Cada función se convierte en una fiesta y al finalizar te encuentras al público de pie y aplaudiendo, algo que no es tan habitual. Y , al final, lo que funciona es el boca a boca, ya que la gente va transmitiendo que le ha gustado.

{xtypo_quote_left}Con Lola Herrera cada función de ‘En el estanque dorado’ se convierte en una fiesta del trabajo {/xtypo_quote_left}

¿Cuáles son los temas que sobrevuelan el escenario durante la función?
La cotidianidad con la que se afrontan las verdades de la vida y, sobre todo, el lenguaje, la manera de decir las cosas difíciles de este final de etapa.

¿Había cierto temor de afrontar una obra cuya versión en cine tuvo tanto éxito?
La película tuvo un éxito atronador con tres monstruos del cine y premios de toda índole y pensábamos que no íbamos a poder superarlo. Pero ha sido todo lo contrario, ya que hemos hecho una obra diferente a la que estaba en la memoria colectiva.

Dicen que es una obra con risas y lágrimas. ¿Es más un actor de hacer reír o llorar?
No soy ni una cosa ni la otra. Como ser humano, tengo mis momentos tristes y alegres y así es como trabajo. Lo que me dedico como actor es a convertir en verdad lo que los autores de las obras quieren que transmita al público.

Con una trayectoria como la suya, ¿qué le motiva a seguir poniéndose delante del público e interpretar?
Yo tengo una campanita en la cabeza que me alerta cada día que hay un señor desconocido que ha comprado una entrada, de la que vivo, y se ha sentado en la butaca del teatro para que lo movilice. A esa persona tengo que demostrarle, como si fuera la primera vez, la frescura y el respeto del trabajo bien hecho. Salgo al escenario y veo que hay alguien esperando que le transmita cosas.

Una de las películas con las que el público, quizás, más lo identifica es El hijo de la novia. ¿Cómo recuerda esta experiencia?
Es una película argentina pero que, curiosamente, su director trató que se entendiera en todo el mundo. Esa es una de las virtudes de Juan José Campanella y por eso tuvo tanta repercusión. Es una película de la que guardo un mejor recuerdo y de la que estoy muy agradecido.

En este momento de su vida, ¿qué le gustaría hacer en lo profesional?
Seguir viviendo como estoy sin alteraciones que me impidan poder hacer lo que hago. A mis 85 años, realmente no me queda mucho tiempo.

- Publicidad -

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí
Captcha verification failed!
La puntuación de usuario de captcha falló. ¡por favor contáctenos!