Mundo Ficción trae al Municipal su montaje sobre los textos de Pérez Reverte
La patente de corso es una autorización que se tiene o se supone para hacer actos prohibidos a los demás. Era un documento entregado por las autoridades en tiempos pasados para que un navío pudiese atacar barcos o poblaciones de naciones enemigas.
Partiendo de esta premisa, Mundo Ficción presenta el viernes, día 30, a las 21:00 horas, en el teatro municipal la obra de teatro Patente de corso. Un experimento teatral que consiste en la adaptación para la escena de artículos de opinión del escritor Arturo Pérez Reverte, publicados desde 1991 hasta la actualidad.
Los creadores de este montaje se han proclamado corsarios para plantear un espectáculo libre de ataduras o convenciones políticas, sociales e incluso dramáticas. Lo que se pretende no es dar respuesta sino abrir interrogantes, revolver, remover y conmover, jamás resolver. Y todo montado en el vehículo supersónico de la comedia, aprovechando la distancia que da el humor, lo que tiene de analgésico, para poder así hurgar en las heridas.
Sobre el escenario dos personajes: Luciano y Mariano. El primero posee una patente de corso de más de dos siglos, concedida por Fernando VII, y que quiere vender. Asegura que con ella se puede robar, estafar, malversar, saquear y desfalcar, con todos los papeles en regla y la firma del rey.
Mariano es un ciudadano harto de estar harto, al que la vida lo ha tratado de forma despiadada y que quiere comprarla para ser “un hijo de la gran puta”. Luciano le dice a Mariano que no es fácil y se ofrece a enseñarle, viéndose todos los días en la terraza de un bar. El joven aguarda las enseñanzas de su maestro pero éstas nunca llegan o al menos cómo él espera. Allí charlan y charlan de cualquier cosa mientras ven la vida pasar.
Arropados por el sello de Mundo Ficción, con el que saltaron a la fama con el largometraje El Mundo es Nuestro, del que ya se prepara la segunda parte, El mundo es suyo, Patente de Corso ha subido al escenario a Alberto López y Alfonso Sánchez, quienes también participaron en la exitosa película Ocho apellidos vascos y ahora forman parte del elenco de la serie de televisión Allí abajo.
{xtypo_rounded3}Las entradas volaron
La gran demanda generada por la obra de teatro generó que las entradas se agotaran en muy poco tiempo. Desde la Delegación de Cultura y Fiestas se ha informado que a las 9:00 horas del día que se pusieron a la venta estaban conectadas en la plataforma de venta online 300 personas. Con un aforo de 455 butacas, se reserva la mitad para la venta en taquilla y la otra para Internet. Aclarando que la pasarela de pago empleada, Giglón, funcionó correctamente y que lo que falló fue la de algunos bancos.{/xtypo_rounded3}