La grandeza de un pueblo reside en saber reconocer a los suyos. Dos Hermanas mantiene su identidad gracias a los que han contribuido desde distintas facetas a su enaltecimiento como ciudad. El arte, y en concreto la pintura, han contribuido desde épocas prehistóricas al desarrollo cultural del ser humano: comunicar, transmitir y mostrar.
Clemente Alcántara López es un nazareno nacido en 1933. Sus 81 años de vida, han transcurrido principalmente en la Dos Hermanas que le vio nacer. Era aquel un pueblo que poco tiene que ver la ciudad actual. Habiendo estudiado en el colegio de la Sagrada Familia y Ave María, un joven Clemente, de 16 años, despertó su vocación, realizando una copia en óleo sobre lienzo del martirio de San Sebastian.
Potenció su formación en la Escuela de Artes y Oficios de Sevilla, donde destacó su potencial en el Dibujo artístico. En los años 60 trabajó como copista en el Museo de Bellas artes de la capital hispalense y en madrileño museo del Prado.
Fuertemente influenciado por el impresionismo valenciano, Clemente Alcántara sumó a su vocación una sólida formación. Su trazo era más valiente y la valoración conjunta de la obra trasladaba una variada paleta de colores.
Por el estudio del veterano pintor nazareno pasaron importantes personalidades del entorno: Los Del Río, Curro Romero, Paco Gandía… Además del retrato, el bodegón, el paisaje, las cofradías del pueblo y las escenas bíblicas y religiosas siempre tuvieron hueco en su repertorio. Obras suyas residen permanentemente en importantes pinacotecas:
Museo del Ejercito de Madrid, Bellas Artes…
De sus pinceles han salido importantes carteles como el Primer cartel de Valme del año 1988 o el cartel de feria de aquel inolvidable año de 1992…
Durante décadas impartió sus clases en la Universidad Popular de Dos Hermanas, acercando el Dibujo y la pintura a muchos paisanos de una manera didáctica y amena.
El nombre de Clemente Alcántara quedará para siempre vinculado al de nuestra ciudad.
De bien nacidos es ser agradecidos y me encantaría poder presenciar el reconocimiento al pintor del pueblo y de la calle, estando éste en vida. Dos Hermanas no olvida a los suyos y estoy seguro que algún día cercano, el nombre del artista será homenajeado como merece.