Se pretende mejorar la visibilidad desde cualquier rincón del templo
Llevan casi un año ensayando y el viernes será el momento de demostrar ante una abarrotada parroquia de Santa María Magdalena que son unos dignos representantes de los nazarines de Valme. La séptima generación de los nazarines la integran ocho niños del departamento de Religión de 3º curso de Primaria en el colegio Carlos I de España y sus nombres son: Paula, Rafael, Aurora, Álvaro, Estrella, Antonio, Ana y José Antonio.
Además de aprenderse los pasos del baile, estos niños se enfrentan este año con un nuevo reto: bailar sobre una plataforma de 12 metros cuadrados y 70 centímetros de altura que se colocará a los pies del altar mayor de la parroquia a petición de la dirección del centro. La tarima será decorada por los padres y madres del colegio quienes colgarán una tela roja en todo su contorno, adornada con flores de papel amarillas, como las que lucirá la Virgen este año en su carreta.
La finalidad de este escenario es que todos los asistentes al acto, que como ya es tradición se aborrota de público, puedan tener una visión del baile desde cualquier rincón de la parroquia.
{xtypo_code}Otros actos
OFRENDAS FLORALES: Desde ayer martes y hasta mañana jueves los centros de enseñanza nazarenos pasarán por la parroquia en horario de mañana para hacer su ofrenda floral a la Virgen. La ofrenda floral oficial de los colegios será el viernes, a través de los alumnos de 6º curso de los diferentes centros. Ese mismo día realizarán su ofrenda particular el colegio Carlos I y los alumnos de ANIDI.
VISITA AL AVE MARÍA: Durante toda la semana los colegios también pasarán por las instalaciones del Ave María para ver las carretas.{/xtypo_code}
Otra de las novedades de este año viene de la mano del vestuario, ya que los niños estrenan una cinta crema que lucirán sobre su vestimenta tradicional: pantalón y camisa crema, chaqueta azul y roja, pasamanería dorada y chambergo con plumas.
Asimismo, se ha introducido una pequeña variación en la parte central del baile, conocida como el castillete, con el fin de no repetirse año tras años.
Habrá que esperar al final de la mañana del viernes, para que los nazarines del año pasado den el relevo a sus compañeros, quienes, al son de la música de los Seises sevillanos, rendirán culto a la Virgen bailando.