No hubo que lamentar desgracias personales en el camino de vuelta de la Romería, aunque sí un gran susto cuando empezó a arder una carreta en la que viajaban varias personas, entre ellas una niña. El fuego fue rápidamente sofocado por los propios romeros y con la ayuda de los servicios de Protección Civil, que cortaron así los brotes de histeria por parte de algunos familiares de las personas que iban en la carreta, y ayudaron a que la abandonaran rápidamente. Este año, como en 1982, presidió la función principal de la Hermandad el arzobispo de Sevilla, Carlos Amigo Vallejo.