ÁNGELES Y DEMONIOS
Tras el enorme éxito, hace tres años, de la adaptación cinematográfica del best-seller de Dan Brown El código Da Vinci, también dirigido, como ésta, por Ron Howard, era inevitable que nos llegara una nueva aventura del investigador Robert Langdon, que por otra parte ya existía, aunque en esta ocasión, la traslación del papel al celuloide haya sufrido cambios considerables.
Estados Unidos, 2009 (138’).
Título original: Angels & demons.
Director: Ron Howard.
Producción: John Calley, Brain Grazer, Ron Howard.
Guión: David Koepp y Akiva Goldsman, basado en la novela de Dan Brown,
Fotografía: Salvatore Totino.
Música: Hans Zimmer.
Montaje: Daniel P. Hanley, Mike Hill.
Intérpretes: Tom Hanks (Robert Langdon), Ewan McGragor (Camarlengo Patrick McKeena), Ayelet Zurer (Vittoria Vetra), Stellan Skarsgård (Comandante Richter), Pierfrancesco Pavino (Inspector Olivetti), Nikolaj Lie Kaas (Asesino), Armin Mueller-Stahl (Cardenal Strauss).
De entrada convierte en secuela lo que en realidad era una historia anterior. Ángeles y demonios (la película) es la continuación de la cinta del 2006, cuando, en realidad, el libro se escribió, publicó y transcurre antes que él. Pero eso es lo de menos, es simplemente una licencia que se permite el director para que la historia pueda funcionar mejor (y no es la única diferencia respecto al libro)
Tras el fallecimiento del Papa, el cónclave para elegir a un nuevo pontífice se reúne en el Vaticano. Mientras, en el CERN (acelerador de partículas) de Ginebra los experimentos para conseguir crear la antimateria (que entre sus posibilidades está la de ser un potente explosivo) dan resultado positivo. En Roma, los cuatro favoritos para convertirse en el nuevo Papa son secuestrados, y uno de los recipientes con antimateria es robado en las instalaciones del CERN. Después de que llegue un mensaje de los Illuminatti avisando de los futuros asesinatos de los secuestrados y la posterior destrucción del Vaticano, las altas esferas de la curia recurren, muy a su pesar, a solicitar la colaboración de Robert Langdon, para que les ayude en el caso.
El libro original, con todas sus carencias e inexactitudes, que se verían después multiplicadas en El código Da Vinci, es al menos algo más radical que la película. Aunque eso era previsible viniendo de un gran estudio de Hollywood. Por ejemplo, uno de los grandes desafíos de la ciencia a la iglesia que aparecían sobre el papel (la llegada al Vaticano de la investigadora Vittoria Vetra en minishorts) se ha eliminado y modificado por completo, así como algunos personajes que se han unido en uno, otros que han desaparecido y un final ligeramente distinto al original.
Ángeles y demonios tiene mucho ritmo, una vez que Langdon llega al Vaticano la cinta se convierte en una especie de capítulo de la serie 24, con la pareja protagonista recorriendo la capital italiana, metiéndose de lleno en las catacumbas, y poniendo en peligro sus vidas mientras el reloj corre en su contra.
Tiene ritmo, tiene mucha acción, algunas escenas muy buenas, pero no hay que creer todo lo que se cuenta, no caigamos en la trampa de creer (como muchos hicieron con El código…) que lo que se dice es completamente cierto. Cine palomitero y poco más, mucho mejor que la primera (también es cierto), pero tampoco hay que alzar las campanas al vuelo.