CITY OF EMBER. EN BUSCA DE LA LUZ
Se está convirtiendo en moda el adaptar una novela (o saga de novelas) destinadas al público juvenil (a veces infantil) al cine. En los últimos años ha ocurrido con Harry Potter, Las crónicas de Narnia, La brújula dorada o incluso la reciente Crepúsculo, por citar algunos ejemplos. Esta City of Ember, basada en la novela homónima de Jeanne Duprau se suma a la lista, con la ventaja de que su calidad cinematográfica está (en algún caso, muy) por encima de las mencionadas.
Estados Unidos, 2008 (95’)
Título original: City of Ember.
Director: Gil Kenan.
Producción: Gary Goetzman, Tom Hanks, Steve Shareshian.
Guión: Caroline Thompson, basado en el libro de Jeanne Duprau.
Fotografía: Xavier Pérez Grobet.
Música: Andrew Lockington.
Montaje: Adam P. Scott y Zach Staenberg.
Intérpretes: Saoirse Ronan (Lina Mayfleet), Harry Treadaway (Doon Harrow), Tim Robbins (Loris Harrow), Bill Murray (Alcalde Cole), B.J.Hoog (Guarda del alcalde), Martin Landau (Sul), Marianne-Jean Baptiste (Clary), Simon Kunz (Capitán Fleery), Amy Quinn y Catherine Quinn (Poppy), Mary-Kay Place (Sra. Murdo)
En un mundo post-apocalíptico, los líderes deciden salvar a la población en una ciudad subterránea, durante doscientos años, hasta que todo pase y puedan volver al exterior. En esa ciudad, Ember, los alcaldes guardan una caja metálica, de la que todos desconocen su existencia, que se abrirá automáticamente tras ese período de tiempo, y que contiene las instrucciones precisas para salir de la ciudad al mundo exterior. Cuando un alcalde debe dejar su puesto, la caja es transferida a su sucesor. Hasta que uno de ellos muere de forma repentina, y la caja se pierde. Tras 250 años de vida, el antiguo esplendor de Ember languidece, la comida cada vez es más escasa y el generador que da luz a la ciudad falla cada vez más, llevando el temor a sus habitantes. Dos jóvenes, Lina y Doon, descubrirán el mensaje, y tomarán la decisión de buscar una salida, que no saben siquiera si existe, y pese a enfrentarse a las leyes que lo impiden, se embarcarán en la búsqueda de una solución para que los habitantes de Ember puedan sobrevivir a las penurias que viven.
El otrora esplendor y casi perfección de la ciudad, (aunque tenga algunos rasgos de una sociedad totalitaria, como podría ser el hecho de repartir entre los jóvenes los puestos de trabajo que van a tener toda su vida mediante un sorteo), degenera con los años hasta la situación en que la ciudad vive, que es de plena actualidad en el mundo real: con la crisis energética y la corrupción del poder como principales baluartes.
City of Ember es una película que se ve con facilidad. No es tan enrevesada como otras muchas, el número de personajes es el suficiente como para que la historia sea compleja, pero no tanto como para que no pueda entenderse con claridad. Además, el guión tiene muy buena factura (no en vano, su autora es una de las habituales colaboradoras de Tim Burton, para el que ha escrito Eduardo Manostijeras, Pesadilla antes de Navidad o La novia cadáver).
Y por si fuera poco, el reparto está plagado de secundarios de lujo: Tim Robbins, Martin Landau, Bill Murray o la menos conocida (aunque su cara suene de cientos de películas y series) Marianne-Jean Baptiste. Saoirse Ronan, que para muchos fue la intérprete más destacada de Expiación, se consolida como uno de los futuros más prometedores del panorama cinematográfico actual.
No es que sea una de esas joyas ocultas que cualquier cinéfilo puede disfrutar, pero visto cómo está el panorama actual, es un producto más que apto para disfrutar en una sala de cine, incluso, si se quiere, para pensar un poco en la sociedad que refleja la cinta y que, en realidad, no está tan lejos de la que el común de los mortales vivimos.
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