Sierra profunda y desconocida (y IV)
Desde aquí la carretera sigue unos ocho kilómetros hasta llegar al conocido como Puerto Alto (1.500 m). Aquí la carretera se convierte en una pista de tierra. En este lugar dejaremos el coche.
A unos 50 metros en la parte derecha sale una pista que se adentra en un pinar. Tras andar aproximadamente un kilómetro y después de 15 minutos, en la parte derecha parte un sendero bien indicado donde un par de montículos hacen de puerta. El camino irá ascendiendo a través de un espeso pinar, perfectamente delimitado por hitos.
Tras una hora de caminata y después de salvar un desnivel de 515 metros llegamos a su cumbre. Desde esta cima la silueta de la Sagra destaca en el horizonte y enfrente la sierra de las Cabras con su techo de Albacete se ve cerca, pero ésta la dejaremos para otra ocasión. Desde el monolito del Revolcadores vemos otro cercano (a unos diez minutos), algo más bajo (1.998 metros), conocido como el Revolcadores sur.
A la vuelta, y ya en la provincia de Jaén, hicimos una parada en Fuente de Segura para visitar el nacimiento del río Segura. Un lugar bonito y acogedor donde en el suelo un enorme agujero en forma de cueva hace de lugar para el nacimiento. La pena es que está seco y no brota ni una gota de agua.
Ya casi la noche cayendo, y a solo 10 kilómetros paramos en Pontones (1.325 metros), enclavado en un paisaje espectacular, rodeado de grandes rocas y como encañonado en un pequeño valle.
Domingo, 2 de marzo. Esta mañana la dedicamos a visitar Segura de la Sierra. Encaramada sobre una montaña de 1.300 metros de altitud, la fortaleza de Segura fue eje central en la formación de una de las entidades territoriales más importantes de Castilla entre los siglos XIII y XV. El valor patrimonial que reúne el castillo y su villa declarados paisaje pintoresco y conjunto histórico-artístico destacan de forma elegante desde cualquier perspectiva.
Después de recorrer sus empinadas y estrechas callejuelas y visitar las entrañas del castillo, unas cañas no podían faltar. Hace mucho calor. En esta ocasión, ¿qué tapitas nos pondrán?
Ya son las cinco de la tarde y debemos volver. A las nueve de la noche llegamos a Dos hermanas y, nosotros, satisfechos de este bonito puente donde hemos conocido otro trocito de nuestra tierra, de una hermosa tierra y de un paisaje espectacular.
Los arroyos transparentes
son niños recién nacidos
que cantan, ríen y sueñan
porque ignoran su destino.
El paisaje va dejando
presencia sobre el olvido
que luego desaparece
igual que el agua del río.
Zumeta, en esta ocasión
y sólo al verte, me enganchaste
algo sentí cuando tu estrecho
cañón frente a mis ojos descubrí.
Gracias Zumeta.
Gracias Segura.
Gracias por hacerme gozar
de este hermoso lugar.
