Querido cuñado y amigo: el pasado viernes, 14 de marzo, algo se rompió en nuestros corazones cuando los móviles empezaron a sonar y a comunicar que tras un infarto masivo te estabas muriendo. Nuestras mentes y corazones no lo podían creer y con angustia y gran incertidumbre e incredulidad fuimos llegando al Hospital de Valme. Qué tremenda situación para tu esposa y hermana mía, Marisol, que te llevaba al centro sanitario cuando perdiste la conciencia, lloraba, chillaba y pedía socorro. Gracias a ella por su entereza que fue capaz de hacer el trayecto desde la Motilla al Hospital en un tiempo más rápido que el propio Fernando Alonso.
Gracias al personal sanitario de la Unidad de Cardiología y Hemodinámica por su buen trabajo, profesionalidad e interés y por el coraje y constancia que mostraron, más de 40 minutos de reanimación cardiopulmonar. Al final, su empeño por salvarte y tus ganas de vivir han permitido darte una nueva vida. Te vimos pasar entubado y lleno de máquinas y sentimos una gran impotencia, pero algo en nuestro interior nos unía a un hilo de esperanza. El milagro se realizó y el domingo por la mañana ya estabas consciente y sin ninguna complicación cerebral. Todo un milagro.
Contaste asimismo, con las oraciones, ruegos, deseos intensos y sinceros y lágrimas, muchas lágrimas, de todos los que te quieren: tu esposa, tus hijos, Alejandro y Adrián, tus hermanos y hermanas, tus cuñados y cuñadas, tus sobrinos y sobrinas, tu suegra, tus amigos del Club Deportivo La Motilla, tus compañeros y compañeras de trabajo, las compañeras de trabajo de tu esposa y sus familiares… mucha gente buena que te aprecia y te quiere y que sólo te pide un favor: no vuelvas a probar un cigarro. Hazlo por tu salud y por el daño que le ocasionas a los que te rodean.
Gracias por los muchos momentos buenos y agradables que nos has hecho pasar, sobre todo tus exquisitas paellas. Deseamos que pronto te recuperes y puedas salir del Hospital y poco a poco reinicies tu vida normal. Mientras tanto, sabiendo que te tienen que intervenir para sanear tus arterias, cuenta con nuestro ánimo, estímulo y fresas, que te gustan mucho. Un abrazo de Lutgardo.