Aunque ya tengan unos añitos y estén oxidados, los usuarios de la vieja Biblioteca de Montequinto estámos de enhorabuena, pues sorprendentemente se han instalado unos aparcabicis dentro del recinto.
Esperemos que este no sea un caso aislado y que el resto de edificios públicos, los centros de ocio y comercio o los nuevos edificios que se construyan, se instalen también estos lugares específicos para aparcar las bicicletas.