FESTIVAL DE CINE DE SEVILLA
Tras numerosos problemas, con la dimisión del director del certamen Manuel Grosso como colofón, llegó el momento de que se pusiera en marcha la quinta edición del Sevilla Festival de Cine Europeo, un festival que este año ha tenido menos presupuesto, menos tiempo de preparación (ha sido una de las excusas esgrimidas) y, evidentemente, menos calidad. Ya era evidente desde antes de que comenzaran las proyecciones, desde el mismo momento en que se hizo público que el premio honorífico iba a recaer en Franco Nero, un actor mediocre (como mucho) que nunca ha tenido un gran papel en la cinematografía europea.
Una vez más, los más mimados del festival han sido los estudiantes. Han sido varias las sesiones a las que numerosos miembros de la prensa acreditada no hemos (me incluyo entre ellos) podido asistir porque no quedaban entradas: los estudiantes acreditados como tal podían sacar entradas para cualquier película, para cualquier sesión, desde tres semanas antes de que comenzara el festival; la prensa sólo desde el primer día del mismo y sólo para el día siguiente. Así no era raro que cuando llegaran los (escasísimos) platos fuertes de este año ya estuviese todo vendido. Y ello sin contar con que se les permita la entrada (cargados de palomitas y demás) a los pases de prensa, algo que no ocurre en ningún otro festival.
Dentro del grupo de despropósitos, la Sección Oficial, con unos horarios terroríficos y en numerosas ocasiones incomprensibles, ha contado con al menos tres cintas de carácter muy comercial. Ejemplos claros pueden ser la francesa Espías en la sombra (con Sophie Marceau, Julie Depardieu y Marie Gillain) o la inglesa Un gran día para ellas (con Frances McDormand y Amy Adams como protagonistas). Ambas se estrenarán comercialmente y es segura su buena carrera en la taquilla de nuestro país. Ambas, además, comparten el hecho de transcurrir durante la Segunda Guerra Mundial, aunque con enfoques bastante distantes. Así como Gomorra, de la que hablamos la pasada semana.
También con cierta comercialidad, aunque con posibilidades de estreno bastante menores, podrían contarse la finesa Black Ice (una mujer se hace amiga de la joven amante de su esposo con aviesas intenciones), Robert Zimmermann se encuentra con el amor (un joven creador de videojuegos se enamora de una lavandera bastante mayor que él) e incluso Back soon (una mujer vive una odisea al intentar traspasar su negocio de venta de marihuana mientras un nutrido grupo de personas se reúnen en su cocina esperando a que vuelva).
Ciertamente, también este año hemos contado con varias cintas, digamos, aburridas. The hollow hizo honor a la fama que se está ganando el cine ruso en la sección oficial de este certamen (para dormir a las ovejas); en el mismo sentido, la israelí My father, my lord, fue la cinta más tediosa (y ciertamente incomprensible) de todo el concurso. La croata Tres historias en vela (que contaba con dos actrices españolas en su cartel, Rosana Pastor y María Almudéver) dejó la sensación de que las actuaciones eran demasiado teatrales, y las situaciones muy forzadas y poco creíbles.
Para terminar este breve repaso, la rumana Boogie dejó cierta indiferencia; la polaca Katyn es una cinta interesante, pero demasiado enrevesada, con personajes nuevos que aparecen por primera vez a la hora y media de metraje, pero que estaba muy bien filmada; lo mismo ocurría con Katya’s sister (una historia sobre la dificultad de ser mujer e inmigrante en la sociedad occidental) y En el séptimo cielo, una cinta sobre el sexo en la tercera edad (aunque esta definición le haga un flaco favor a la historia). Por último, Delta, una cinta húngara sobre un (supuesto) incesto tenía gran calidad y estaba rodada con mucha elegancia. Era mi favorita, pero se fue de vacío. Como casi siempre, las mejores cintas, en las secciones paralelas: La ola, Il divo, Just another love story, entre ellas… Esperemos que para la próxima edición el SFC remonte el vuelo y alcance la calidad que este año ha perdido.
PALMARÉS
GIRALDILLO DE ORO: Back Soon (Islandia-Francia).
GIRALDILLO DE PLATA: Katya’s Sister (Holanda).
PREMIO ESPECIAL DEL JURADO: Gomorra (Italia).
GIRALDILLO DE ORO (EURODOC): La madre (Suiza-Francia-Rusia).
PREMIO DEL PÚBLICO: Bienvenidos al norte (Francia).
PREMIO EURIMAGES: Il divo (Italia).
PREMIO DE LA CRÍTICA: Katya’s Sister (Holanda).
PREMIO ESPECIAL (A SU TRAYECTORIA): Andrzej Wajda (director, Polonia).
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