Los guardias multarán a quienes cierren su local más tarde del nuevo horario establecido
En su afán por revisar costumbres poco saludables de los nazarenos, y a instancias del inspector provincial de sanidad, la comisión nombrada por el Ayuntamiento ha procedido en este mes de diciembre a inspeccionar las condiciones higiénicas y sanitarias de los establecimientos públicos de Dos Hermanas. La normativa que más polémica ha suscitado ha sido el nuevo horario de apertura y cierre de locales. El alcalde ha establecido que abran a las seis de la mañana y cierren como máximo a las dos de la madrugada.
Sin embargo, nuestros gobernantes se han encontrado con la oposición frontal de los propietarios de las tabernas, sin duda los establecimientos que hasta más tarde permanecen abiertos. Se quejan de falta de libertad para abrir y cerrar a la hora que ellos quieran, en función de la clientela y como se había hecho hasta ahora.
El Ayuntamiento ha respondido a los taberneros que el horario es suficientemente amplio, y les ha advertido que los guardias tienen órdenes de multar a aquellas tabernas que no hayan cerrado sus puertas a las dos.
Cerdos en las casas
Se tiene la sensación de que el ayuntamiento republicano quiere aplicar normas para las que Dos Hermanas no está preparada. Hemos visto a un concejal preguntarse perplejo cómo se puede multar a los vecinos por arrojar aguas a la vía pública. Ya que el pueblo carece de alcantarillado y no hay otro medio de deshacerse del agua
Del mismo modo, la Comisión de Sanidad emitió un informe el año pasado comunicando que se había descubierto la existencia de cerdos y secaderos de pieles en casas particulares incluso en el centro de Dos Hermanas, “lo que supone un serio peligro para la sanidad pública”. En esa ocasión, el Ayuntamiento dio un plazo de unos meses para que los cerdos desaparecieran de las casas, pero es evidente que hoy, un año después, esa orden no se ha cumplido, simplemente porque los cerdos, al igual que las gallinas, son un medio de subsistencia para muchas familias humildes nazarenas.
Por último, también se ha prohibido a los propietarios de los dos cines que quedan abiertos en la ciudad(el Salón Español fue clausurado) que en sus establecimientos se pueda fumar, “esa costumbre molesta y antihigiénica, sobre todo para las señoras”.