Las lágrimas que surgen de tormentas
van rindiendo las cuentas de la vida,
van poniendo su marca a cada herida,
van preñando de sombras las placentas
que en el alma acuñaron cenicientas
y nunca fueron más que una podrida
calabaza de sueños sin salida
y un montón de fracasos sin reventas.
Son lágrimas que van a vuelo raso,
que no dejan consuelo tras brotar
y convierten al alma en guardarropa;
son huellas destiladas de fracaso:
despilfarros de luz dentro de un bar
que ensombrecen al hombre copa a copa…
Dedicado a todos los alcohólicos que
luchan por poner luces en sus sombras…
luchan por poner luces en sus sombras…