Los padres de acogida afirman que cambia su visión del mundo cuando conocen a los pequeños
La solidaridad puede demostrarse de muchas formas. Una de sus caras es la de Silvia y Antonio, un matrimonio nazareno que llea cinco años viendo crecer a la pequeña Sietou, que cuenta ahora con diez años de edad. Sietou es una de las cuarenta niños y niñas saharuis que visitan la ciudad de Dos Hermanas durante los meses de julio y agosto con el programa ‘Vacaciones en Paz’, gracias al compromiso de la Asociación de Amigos con el Pueblo Saharaui que, verano tras verano, consigue que cada vez más familias quieran acoger a estos pequeños para librarlos del asfixiante calor del desierto en esta época.
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Como a una hija
Silvia y Antonio cuidan de Sietou como si fuese su propia hija, aunque son conscientes de que sólo está aquí los meses de verano. “La relación con sus padres es fabulosa. Vamos a verlos al desierto muy a menudo, con todos los viajes que se organizan, e incluso ellos ya son como parte de nuestra familia”, dice Silvia. Algo en lo que coincide Antonio, que cuenta cómo “si hay que reñirle, se hace, porque sus padres nos han dicho que no le demos caprichos, para que luego no echen en falta algunas comodidades cuando vuelva”, afirma.
De todas formas, se trata de hacerles pasar estos meses lo más agradablemente posible, y por eso no faltan los días de piscina y playa, solos o en compañía de otras familias de acogida, para que no noten el desarraigo con los demás niños saharauis. Ir de cámping y de excursión también se convierte en algunos de sus pasatiempos veraniegos preferidos.
Costumbres
Para Sietou una de las cosas a las que más le costó adaptarse fue a la comida, tan distinta de la de origen. “Con el tema de la religión musulmana no pueden comer carne de cerdo, pero es lo único con lo que hay que tener especial atención. Luego se adaptó pronto a todo”, dice Silvia con una gran sonrisa. También el rezo es una de las costumbres importantes que se deben respetar, así como su educación en valores y tradiciones.
Sietou se acerca entonces a Silvia y Antonio, quienes la abrazan y la besan como si, efectivamente, de un hijo se trastase. Con ellos no ha tenido problemas de confianza y se acerca con toda normalidad, aunque cuando se le pregunta sobre cómo se lo está pasando o si le gusta Dos Hermanas, se refugia, tímida, en los brazos de su padre de acogida.
Por todo lo demás, Sietou es una niña normal que corretea con sus compañeros y se bebe un refresco bajo la atenta mirada de Silvia y Antonio.
Revisiones médicas
La mayoría de los niños saharauis que vienen dentro del programa ‘Vacaciones en paz’ realizan revisiones médicas en el Sistema Andaluz de Salud. Sobre todo vienen aquejados de anemias por la alimentación deficiente en su lugar de origen, o de otras afecciones, como la arritmia que sufre Sietou, aunque sin ser de gravedad.Izquierda Unida recauda más de 800 euros en su tradicional comida
El sábado tuvo lugar la tradicional comida de convivencia que la formación política de Izquierda Unida realiza en su sede para recoger fondos para la causa saharaui.
En esta ocasión la recaudación llegó a 803,30 euros, superando en algo más de cien euros a lo que se obtuvo el año pasado con la misma actividad.
La comida de convivencia congregó a unas cien personas, entre familias de acogida, niños saharauis, amigos y simpatizantes de Izquierda Unida y de la causa saharaui.
El menú constó de macarrones con tomate y de pinchitos de pollo, que realizaron los propios miembros de IU en una gran parrilla.
El encuentro fue muy satisfactorio para ambas partes, que disfrutaron de la comida, a pesar del calor, en un ambiente festivo y de armonía.