Me dirijo a todos los partidos políticos para contarles lo mal que lo pasé el pasado día 28 de abril, sábado de feria de Sevilla.
Mi hija y ocho compañeras de colegio, todas de 13 y 14 años deciden conocer la feria de noche y yo me ofrezco voluntaria para acompañarlas. Lo primero que hago es informarme del horario de los autobuses Los Amarillos y me dicen que el último de Sevilla a Dos Hermanas es a las 2 de la madrugada.
Ya me pareció pronto para ser feria, pero bueno, pasamos un día estupendo, lo que no nos imaginábamos era cómo iba a terminar. Llegamos a la parada del autobús de la calle Manuel Siurot a la 1:30 y empezaron a llegar muchos chavales, y cual fue mi sorpresa cuando cerca de las 2 llegan otros que venían del Bar Citroen, y nos dicen que el autobús de las 2 lo han suprimido. Yo pensé que estaban de broma, que una empresa no iba a hacer eso así porque sí, sin avisar, pero entonces me enteré que esto no es nuevo, que acostumbran a hacerlo muy a menudo.
Tenía usted, señor alcalde, que haber visto a toda esa juventud nazarena sentada en el suelo pensando cómo llegar a Dos Hermanas, según usted "su ciudad para vivir", y ni le cuento, qué hacía yo con 8 niñas, no podía coger un taxi porque no cabíamos todas, y yo no iba a meter a 4 de ellas solas en un taxi con un extraño.
Bueno, gracias a esos jóvenes, me orienté y me explicaron que gracias a Dios este año los autobuses de Sevilla ‘Tussam’ nos podían llevar a Bellavista (éste sí, un servicio maravilloso, un autobús cada 10 minutos hasta las 5 de la madrugada). Bueno, yo conseguí que algunos padres de las niñas nos recogieran en Bellavista. Pero que pena me dio ver a esas horas a todos los chavales que se fueron desde allí hasta Dos Hermanas andando, desde luego demasiado pocas cosas pasan. Menos decir "Dos Hermanas una ciudad para vivir", "Dos Hermanas divertida" y estar en lo que hay que estar.