Desde que, en 1878, empezó a funcionar el actual mercado de abastos en el centro de la plaza, el vecindario ha disfrutado de unas cómodas instalaciones. Sin embargo, las quejas han empezado a llegar al Ayuntamiento, ya que recientemente se han habilitado los locales de la antigua pescadería para establo de vacas y para expender en ellos la leche. Los orines y excrementos de las vacas han motivado quejas por malos olores.