Parece que ya es moda y tradición
ponerle nombre a todo el calendario,
de forma que encontramos a diario
un título, que unido al santoral,
asegura -seguro- algún jornal,
basado en darle al día, nombrecitos
de los cuales muy pocos, muy poquitos,
superan su misión testimonial.
Sin embargo hay días, cuyos nombres,
son claves, importantes excepciones;
aparte están las tristes decepciones
que provoca ver el vago tratamiento
de un tema que es la base del lamento
con que impregna el sabor de tantas vidas
haciéndolas esclavas, torturadas,
enfermas, destruidas y apartadas,
al verse emponzoñadas con el SIDA.
Y luego, como siempre, don dinero,
que en esto de los fármacos es clave;
que sigue siendo llave a la esperanza;
que deja en evidencia la tardanza
distinta en pos del tono de la piel…
también está el dinero, que el poder,
utiliza informando malamente:
y es que un joven responde normalmente
cuando es preguntado por los riesgos
que el sexo sin condón puede tener,
que en riesgos ya se encuentran informados,
creyéndose del todo inmunizados
con píldoras del día de después…