Puede que nuestras críticas a la Seguridad Social lleven razón muchas veces, aunque frecuentemente también existen motivos para lo opuesto, y sin embargo, casi nunca ponemos el mismo énfasis si se trara de un elogio. No obstante, nadie olvidará jamás a los que, sobrepasando su obligación profesional, atendieron con cariño a las personas que más amamos, en los momentos que más lo precisaron ellos… y nosotros.
Bueno es que se reconozca, que se agradezca, que se tenga presente, pero aún mejor si lo hacemos público ante los demás,y con la misma diligencia con que en otras ocasiones gritamos lo contrario.
Mi esposa, Ana Gómez Cotán, estimada por tanta gente de nuestro pueblo, falleció hace sólo unos días. Por su forma de querer a todo el mundo, mereció el cariño de quién la conoció y la trató; pero en la historia clínica de un paciente estoy seguro de que no existe ningún apartado en que quede reflejada la personalidad del enfermo, y por tanto, en el Hospital del Tomillar, ni en ningún otro del mundo, al hacerse cargo de un enfermo en estado terminal, saben si esa persona es simpática, bondadosa, afectuosa, generosa, o si no tiene nada de todo eso, por lo que es lógico pensar que el trato que le dedican es idénticamente igual para todos los que llegan, y si es así-y creo que sí-, benditos sean mil veces, pues en mi caso y en el de los mios, no podemos decir más que: ¡Gracias, gracias, gracias!, y conservar para siempre un profundo sentimiento de gratitud hacia todo el personal de la Planta Baja del citado centro, donde pasó los últimos días de su vida, no solo muy bien atendida desde el punto de vista científico-sanitario, sino con los más exquisitos detalles de humanidad y cariño por parte de los médicos, enfermeras, auxiliares, celadores y cuantos tuvieron algo que ver con ella, con sus familiares y amigos, suavizando el dolor y la tristeza de esos angustiosos momentos, con el consuelo de una palabra amable, un gesto cariñoso, una sonrisa de afecto…
Creíamos necesario, aunque para algunos no lo sea, que estas cosas también deben publicarse.